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Showing posts from February, 2020

Erdogán, el principio del fin

No cabe la   menor duda que Recep Tayyip Erdogán es una de las grandes figuras políticas de su tiempo; desde la alcaldía de Estambul escaló por la estructura política de un país teóricamente laico desde que Mustafá Kemal Ataturk lo construyera a principios del siglo XX. Consiguió lo que parecía más difícil, desactivar al Ejército turco, guardián de las esencias laicas de la república turca con la fuerza de un partido religioso; su partido, el Partido del bienestar, al que lavaría la cara para evitar la confrontación con la ley y con el que, con el nuevo nombre, Partido de la Justicia y Desarrollo se apoderaría de todos los resortes del poder, con nueva Constitución incluida, hasta convertirse en el nuevo sultán de la Puerta dorada, al menos eso es lo que parece que él ha creído. Tanto poder, la historia nos lo ha mostrado muchas veces, acaba por emborrachar, y esto parece que es lo que le ha ocurrido al señor Erdogán que en los últimos tiempos ha ido derivando cada vez más hacia

El virus está dentro, disparad sobre nosotros

Quizás resulte un tanto dramático apelar a los defensores del Simancas para hablar del coronavirus pero las noticias del día me lo han traído a la memoria. Hoy el virus nos ha dado nuestro paciente cero, es decir, un infectado que no tiene relación con ningún país de riesgo ni tampoco con nadie que venga de allá; para hacer la situación más potencialmente dañina el interesado ha sido tratado durante varios días en un hospital de Sevilla como si de una neumonía normal se tratase, es decir, estamos ante la misma situación del primer paciente italiano, transmitiendo el virus a todo el equipo médico y familiares sin ningún tipo de prevención. Lo probable es que en días aparezcan nuevos casos como níscalos en el valle de Roncal en un otoño húmedo. El enemigo está dentro, ya no es el hombre del saco a la puerta, y, como en el caso del acorazado Cervera, nadie parece haber creído en los avisos y ahora puede ser ya demasiado tarde. Los expertos de la Organización mundial de la salud dice

El hombre del saco está en la puerta

Estábamos tan tranquilos pendientes de la Champions, siguiendo como algo lejano y ajeno las informaciones que diariamente llegan de China, al fin y al cabo “los nuestros” ya salieron del Gómez Ulla sin novedad, cuando repentinamente descubrimos que también en Europa puede suceder, también aquí el confinamiento de una población es algo perfectamente posible, y lo que es peor, el coronavirus. Es como si el hombre del saco, ese que antes se usaba para meter miedo a los niños –ahora puede ser una forma de acoso susceptible de denuncia- estuviese picando a nuestra puerta. ¡La epidemia ya está aquí¡ y de pronto sentimos un escalofrío de pánico. Lo observamos desde la mirilla de la puerta, sin abrir, con la esperanza de que se canse y se vaya pero sabiendo, en el fondo, que no será así, que acabará por colarse por una ventana, por los respiraderos del baño, o por algún sitio que no controlamos. Es lo que tiene el pánico. En tiempos antiguos las pestes tardaban años en desplazarse. Lo

El honor del segurata

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  La Legislatura acaba de comenzar y las distintas facciones que se arrellanan en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo necesitan posicionarse, sobre todo las de la oposición, para mantener el ánimo de sus votantes y, de ser posible, empezar a captar nuevos compradores de promesas. Esto siempre ha sido así pero, en esta ocasión, con un gobierno de coalición sinónimo de pocos votos para el partido mayoritario, las pulsiones internas se dejan sentir más que nunca, y las de la oposición, expectantes ante un legislatura tensa y corta, aún más; por otra parte todo ello se combina con unos partidos nacionalistas/independentistas que huelen la sangre y cual vampiros se aprestan a chuparla antes de que el gobierno quede exangüe. Fruto de esta tensión es el largo recorrido que aún tiene la metedura de pata, calificativo benévolo, en relación con la escala de la non grata ministra bolivariana de Maduro en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid. Al ministro Ábalos se le está poniendo cara d

Se nos ha ido Juanjo, sin avisar

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SE NOS HA IDO JUANJO, SIN AVISAR La Promoción, para los militares, es mucho más que un grupo laboral o educativo. En la Academia General Militar entras cuando apenas has empezado a formarte como persona y pasas allí unos cuantos años en régimen de internado, cinco en mi época. Los lazos que se crean son indisolubles de fuertes que son, ni la espada de Alejandro lograría cortarlos. Son lazos formados por muchas horas de brega, de marchas y de sudor, de ejercicios con fuego real, de profesores convencidos de que la disciplina se imprime a través de la obediencia y, en muchos casos, el castigo. Salimos, no sé si con espíritu de cuerpo, pero sí con espíritu de promoción. La mía es la xxxv, la de Juanjo. Juanjo enseguida empezó a resaltar por contestatario, en un ambiente donde eso era sacrilegio. Él siempre tenía una salida de tono, siempre de buen humor, y siempre en positivo. En segundo año, creo recordar, durante una cabalgada por el campo de maniobras de San Gregorio, su cab

1917, una más de guerra

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Ha sido  “ 1917 ”, después de la oscarizada Pará sitos, la película más comentada estos últimos meses, y también muy premiada en diversos ámbitos de la industria cinematográfica. Yo fui a verla porque soy adicto a las películas de guerra, como otros lo son a los videojuegos y otros al porno. A mí, de siempre, antes ya de ingresar en la Academia General Militar, me ha ido la marcha de las películas de guerra, qué le vamos a hacer. El caso es que con el paso de los años, y después de muchas pelis, no puedo presumir de experto pero sí que me he hecho mi particular clasificación y, desgraciadamente,  “ 1917 ” no va a estar ent r e mis preferidas y ello es así por falta de motivación. Sí, está muy  bien hecha; eso del plano  continuo  queda muy bien y técnicamente debió ser algo muy encomiable , de hecho los premios Oscar recibidos son todos técnicos,  pero no me parece  que vaya mucho más allá. Entiendo que los BAFTA la llenasen de premios, al fin y al cabo los hijos de la Gran Bretaña