La soledad del rey...y de los españoles
LA SOLEDAD DEL REY…Y DE LOS ESPAÑOLES
Quemar banderas de España o silbar el himno es algo a lo que ya estamos acostumbrados; todo sea por la libertad de opinión que tan bien defendiera John StuartMill. Pero el caso es que a mi estas coses me fastidian, sencillamente porque son mi Bandera y mi Himno, aunque no tenga letra, pero son los símbolos de mi país y siempre que los menosprecian o insultan siento que, de alguna manera, están despreciándome a mí también. Yo callo, porque, dicen, es más importante la libertad de opinión, pero me toca los pies –ponga cada uno en lugar de pies lo que le apetezca- cada vez que esto sucede.
En estos días le toca el turno al rey, al jefe del estado, que en estos últimos días viene siendo la diana de los ataques en forma de quema de figuras en algunos pueblos catalanes y comentarios de parte de algunos políticos de esta comunidad autónoma. Unos más despreciables que otros.
En el fin de semana pasado, con ocasión de la inauguración de los Juegos Mediterráneos, el xenófobo presidente de esa comunidad –esto no es insultar, solamente hay que ir a las hemerotecas para comprobarlo- que es, no lo tenemos que olvidar, el representante del estado en ella, se descolgó con unas declaraciones según las cuales rompían relaciones con la Corona, aunque al día siguiente se dejó ver en la inauguración de los Juegos citados.
Todo esto viene del discurso que el rey hiciera con ocasión del desgraciado referéndum ilegal de octubre y la falta de acción por parte del gobierno de la nación. En él hablaba de respeto a la Constitución y del quebranto de la ley y de la deslealtad del gobierno catalán. Esta es, según ellos, la gran falta del rey de España.
Hasta aquí muchos van a decir, es lo que cabía esperar, y yo también lo pienso así, el problema llega cuando después de menos de un mes de nuevo gobierno vemos que los nacionalismos, catalán y vasco, van más farrucos que nunca, el primero retoma todo el camino que llevó al 155 y se manifiesta listo para otro referéndum tan ilegal como el pasado, y el segundo dice que prepara un estatuto con dos tipos de ciudadanos –que serían categorizados en consonancia con su pedigrí vasco- y con justicia y seguridad social propias. Y el gobierno nacional no dice nada o peor, les da cuerda.
Ayer la cosa fue aún peor después de la entrevista del jefe de Podemos con el presidente xenófobo. Entrevista, según sus palabras, con el visto bueno del presidente del gobierno nacional y de la que salió cargando contra el rey al que, según parece, hace responsable de todas las historias sucedidas en Cataluña. El rey es hoy para algunos el culpable de los males del país. Y el gobierno de la nación parece que no tiene un nada que decir.
El caso es, señores, que el rey reina pero no gobierna, no es responsable de ninguna acción política, los responsables son los políticos, unas veces por acción y otras por omisión, más los que están en el gobierno que los que no, pero es a ellos a quienes compete la acción ejecutiva –gobierno- y la acción legislativa –cortes- por ello, echarle las culpas al rey es únicamente muestra de desidia y de ineptitud para el ejercicio de la acción política. Esto si es que no van más lejos buscando, unos y otros, minar la figura de la Corona con objetivos de más largo alcance lo que sería mucho más que desidia.
Son tiempos difíciles y cambiantes. Todo esto parece que nos encontró desprevenidos -especialmente a los del Partido Popular- tanto que tenemos un gobierno que ni siquiera presentó programa, lo que no lo descarga de la obligación de defender al jefe del estado, y va dándonos sorpresas cada día. Vamos ver si no encontramos también sorpresas con el túnel de Pajares y con el cierre del carbón.
Raúl Suevos
En Gijón a 25 de junio de 2018
Publicada, en su momento, como tribuna en asturiano en La Nueva España de Gijón
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