Encerrona real en La Habana


Anticipa la prensa que SM el Rey viajará a La Habana inmediatamente después de las elecciones generales del 10 de noviembre, con ocasión del 500 aniversario de esta bella, a la par que decrépita, ciudad iberoamericana.
Escrito así, de forma escueta, parece una buena oportunidad para el viaje pero si lo analizamos es difícil encontrar motivos que los justifiquen y, por el contrario, sí que aparecen elementos que lo desaconsejan pese a que nunca antes visitó la isla un monarca español en viaje de estado, pues el de el rey Juan Carlos lo fue como integrante de una cumbre iberoamericana que allí se celebraba.
Las naciones iberoamericanas nacieron por causa sobrevenida, la invasión francesa de la España borbónica, y ello hizo que necesitasen construir la identidad nacional de forma apresurada. El indigenismo era despreciado por los criollos, nuevos dueños de la situación, así que mientras se lo pensaban se apoyaron en los próceres de la patria, los caudillos, y deconstruyeron la idea de España que pasó a ser la explotadora y tiránica metrópolis colonial. En Cuba, con casi cien años de retraso el proceso fue similar.
Es un hecho que allá lo de la madre patria no funciona; solamente en las élites cultas se asume. La masa de la población es educada en la creencia de una leyenda negra adaptada a cada una de las necesidades nacionales; y Cuba no es la excepción. Allí, pese a la mutua admiración de Fidel Castro y Franco, las cosas son muy similares. El cariño no es a España, es, como en toda Iberoamérica y gracias a la ley de nietos, daño colateral de la ley de Memoria Histórica, al pasaporte del Reino de España.
Cuba está en pleno proceso de cambios, cosméticos, por supuesto. Nueva constitución con imperio del partido único, el partido comunista cubano; nueva ley de emigración para que emigre la juventud y así aumente el flujo de remesas al país a la par que disminuye el riesgo de tumultos; nueva ley electoral en la que se mantiene el control del voto y la imposibilidad de voto pasivo desde fuera del sistema; nuevo consejo de estado sin gerontocracia militar que ahora se enroca en el politburó del partido comunista, autentico dominador del sistema; nuevo presidente, el señor Díaz Canel, un gris mediocre y obediente apparátchik a las ordenes de Raúl Castro; y todo ello sazonado con un aumento de la represión de bajo nivel –cortas detenciones arbitrarias, golpizas, retención de pasaportes, etc.- a 
la más que raquítica oposición política y prensa independiente; de la situación económica mejor no hablar. Esta es la maravillosa Habana que nuestros reyes visitarán y que, en cierto modo, respaldarán con su presencia. Es dudoso que el cubano de a pie tenga de qué alegrarse.
El rey reina pero no gobierna, la agenda real es cosa del gobierno; un gobierno, en este caso, en funciones que organiza un viaje de tanta trascendencia sin pensar en las  consecuencias para la imagen de la Corona y de España, o quizás sí. Solo falta que también se presente por allí, para una fotografía, alguno de los amigos de Raúl Castro, Evo Morales, Humberto Ortega o Nicolás Maduro, entonces la encerrona real sería perfecta.
Raúl Suevos
A 26 de octubre de 2019

Más sobre Cuba en:
https://www.academia.edu/36908470/CUBA_La_Guerra_de_todo_el_pueblo_de_Fidel_Castro_Un_diseño_español
https://www.academia.edu/37532345/La_Base_de_Guantánamo
https://www.academia.edu/40414789/60_años_de_Revolución_en_Cuba
https://www.academia.edu/37551050/La_Toma_de_La_Habana_por_los_ingleses

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