Normalidad aparente en el Muro
Estaba hoy el Muro de San Lorenzo casi como siempre, como si
el Covid sólo hubiese sido un mal sueño; chalecos amarillos controlando las
escaleras y el personal con sus mascaras recordaba que la situación no es para
nada normal. Estamos viviendo un verano que quedará en los anales de nuestra
región como en su momento quedó el de la gripe de 1918. Habrá que asumirlo.
Nuestra región parece liderar el país en cuanto a la gestión
de la pandemia; seguimos sin nuevos contagios después de varias semanas y la
visión del Muro, donde el uso de la mascarilla era mayoritario, muestra que la
población cuenta con un excelente nivel de civismo, actitud fundamental para
controlar y doblegar la crisis. Quedan algunos recalcitrantes, demasiados para
tener justificación médica, que, por encima del comportamiento incívico,
desprecian a sus conciudadanos con su comportamiento.
En España aparecen y se multiplican el número de nuevos
brotes, con confinamientos de comarcas en distintas regiones del país. Sera un
verano difícil, las movimientos vacacionales, los temporeros en las comarcas
agrícolas, el reactivar de la economía en general, podrán a prueba de nuevo
nuestro sistema sanitario y el personal debe ser consciente que sólo una vacuna
eficaz podrá dar por finiquitada la pandemia. Será un verano largo y duro que
sólo nosotros podemos hacer menos trágico.
En otras partes del mundo el mismo virus parece más
virulento. Trump y Bolsonaro compiten en extravagancia política mientras los
muertos se acumulan en la cuenta de sus países. Ayer era la fiesta nacional en
los EEUU, con reuniones familiares, desfiles y concentraciones por todo el
país, alentadas desde Washington por el presidente y que darán como resultado,
posiblemente, un ulterior incremento en el número de contagios. Y todo en medio
de la campaña electoral presidencial.
La crisis económica que trae el virus dejará pequeñas todas
las anteriores y el presidente norteamericano lucha por una reelección que se
lo pone cuesta arriba. Los Estados Unidos, con su capitalismo salvaje, son
capaces de resurgir tras las crisis con rapidez y fortaleza admirables, pero
los tiempos, en esta ocasión, hacen que todo sea diferente. El gobierno Trump
parece más implicado en la contienda electoral que en la situación real de su
país y eso, tratándose del líder mundial, puede tener consecuencias para el
resto del mundo.
Los tiempos se acortan y las encuestas alargan la diferencia
con Joe Biden, lo que puede llevar a Trump a tomar decisiones radicales
pensando en clave electoral, con terribles consecuencias para los demás, también para nosotros, aunque en Asturias lo estemos haciendo, por el momento,
bastante bien. Habrá que estar atentos.
Raúl Suevos
A 5 de julio de 2020
Comments
Post a Comment