Coalición a la alemana
Imagen tomada de internet, se desconoce si cuenta con derechos
Hay quien sólo ve problemas en la actual coalición de
gobierno que hoy se encarga de dirigir los asuntos del país pero, con
independencia del color del cristal con qué se mire, es preciso reconocer que
ha supuesto un exordio en relación con este tipo de gobierno, y eso siempre
debe tener un reconocimiento por cuanto de incertidumbre tiene todo aquello que
se inicia por primera vez. Y si no, sólo es preciso recordar los titubeos y
temores que antecedieron a la aplicación del famoso artículo 155 por parte del
señor Rajoy.
Una coalición no debiera ser algo tan traumático como aquella
ocasión en Cataluña pero, en nuestro caso, también encontramos algunos aspectos
que nos acercan al drama, para el juicio de algunos, o al sainete, para la
opinión de otros. El caso es que aquí vivimos publicas y repetidas
manifestaciones sobre la imposibilidad de tal coalición, puesto que, según el
doctor Sánchez, le supondría no poder dormir, y aunque yo esto lo ignoro,
imagino que nuestro presidente conocería el terrible fin del heroico general
Álvarez de Castro a cuenta de tal carencia. Terrible situación.
Tras las últimas elecciones la necesidad se convirtió en
virtud y, para pasmo de muchos, de casi todos, el primer gobierno de coalición
se firmó entre abrazos y promesas de amor y fidelidad. Hoy transitamos por un camino
lleno de baches y piedras que nos llevan, a los atónitos ciudadanos, de susto
en sobresalto a cuenta de los continuos desencuentros, no ya con la oposición,
algo natural, sino entre los dos socios de gobierno; situación a la que la
experiencia alemana no nos ha acostumbrado.
En Alemania hay ya una rica experiencia de coaliciones entre
los conservadores de la CDU y los socialistas del SPD, la última, con dirección
de Merkel, desde 2013, hasta las elecciones del pasado septiembre que abrieron
la puerta a una novedad a tres bandas, socialistas-izquierda, verdes-centro
izquierda y liberales-centro derecha, quienes, tras casi dos meses de trabajo, un
plazo muy breve para los usos alemanes, han promovido un documento de 177
páginas, que aún debe ser aprobado en asamblea por los respectivos partidos, en
el que se deja “casi” todo atado y bien atado.
Se reparten los ministerios, 17, cinco menos que en España;
se marcan objetivos específicos como el nuevo salario mínimo que subirá un 13%;
otros objetivos se apuntan como “ideales”, como la descarbonización para 2030;
junto con un 80% de renovables y el cierre nuclear. Una importantísima voluntad
de evolucionar “hacia un estado federal europeo”, algo nunca antes explicitado
por ningún gobierno europeo; un reforzamiento del Parlamento y la Corte de
Justica europea; una mas asertiva política exterior europea, con declaración
pro-OTAN más que, desgraciadamente, de Defensa europea. Y así hasta 177
páginas.
Será una legislatura, pese al gobierno tripartito, sin
sobresaltos, pues la mayor parte de la acción de gobierno está pre-dilucidada
en este documento, lo que evitará desgastes innecesarios y permitirá centrarse
en las causas sobrevenidas, que las habrá; siempre las hay.
Coalición a la alemana.
Raúl Suevos
A 2 de diciembre de 2021
Versión en asturiano en abellugunelcamin.blogspot.com
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