Citius, altius, fortius
La gresca que se ha organizado entre los gobernantes de Aragón y Cataluña a cuenta de una hipotética candidatura olímpica me ha animado a recuperar este escrito de hace ya unos cuantos años.
En la primera mitad del siglo XIX, el Romanticismo era una
corriente literaria y existencial en la vida europea. El alpinismo, iniciado
por los científicos, se había convertido en un acto deportivo y social de la
mano de los caballeros de la alta sociedad, especialmente. Atrás habían quedado
los tiempos de leyendas y maleficios que mantenían al hombre totalmente alejado
de las montañas; en los Montes Malditos, la leyenda de los Rebaños
Petrificados había merecido en 1725 la
visita certificadora de Francisco Sauci, Alcalde de la villa de Esterri
d'Anneu, a tres jornadas de la montaña.
En 1787 Horace Bénédit de Saussure
conquistó el Mont Blanc y con ello nació el montañismo; la inquietud, la
curiosidad y el saber, habían sido su guía. Tras su gesta, escribió un relato
minucioso que, al ser nacido de la pluma de un hombre de letras y sabio de
cierto renombre, consiguió una pronta divulgación entre los medios culturales
de la Europa de entonces. Los Pirineos ya habían sido descubiertos y el gran
Ramond de Carbonieres había hollado la cumbre del "Mont Perdu" por
primera vez, tras él, una nutrida hueste de "Conquistadores de lo
inútil" había continuado alcanzando las mas altas cumbres de la cordillera,
Reboul, Heredia, Rondó, Parrot, Chausenque, Miss Lister, nombres que han
quedado ligados para siempre a la historia del Pirineismo.
En la cabecera del valle de Benasque,
reinando sobre el macizo de las Maladetas, e invisible desde el Portillón para
los viajeros llegados de Francia, continuaba virgen la más alta de todas las
cumbres, el Aneto, también llamado Anetthus o Netthou por los primeros
estudiosos. Nadie todavía había cruzado el puente "mas delgado que un
cabello y mas afilado que una espada" , El Puente de Mahoma .
En 1847 llega a Luchon, Platón de
Tchitacheff; antiguo capitán de los ejércitos zaristas, venía de participar en
la Guerra de Crimea; antes había intentado, sin éxito, dejar su nombre en
algunas cumbres alpinas, y acompañado a Humboldt en su desgraciada expedición a
Khiva, en el Turquestán. Sin saberlo, Tchitacheff, se estaba anticipando a
Pierre de Coubertin en el intento de llegar más lejos, más alto y más fuerte.
El espíritu que le animaba era el mismo que llevaría a Whymper a alcanzar la
considerada como la cumbre mas bonita del mundo, el Cervino, en 1861; que
también serviría para que Henri Brulle lograse escalar el Couloir de Gaube en
1889, e incluso sirvió para que George Mallory superase la cota de 8500 mts. en
1924 sobre el Monte Everest. Su determinación era tan grande que le llevo a
lograr la cumbre del Aneto el día 20 de Julio de 1842, y con ello alcanzar el
laurel de permanecer para siempre en la memoria de todos los pirineistas.
En septiembre de 1989 Jordi
Menendez i Piqué se incorporaba en Barbastro para realizar el Servicio militar;
venia de Sant Boi de Llobregat y su mayor altura en montaña la había alcanzado
en el Tibidabo cuando fue con unos amigos, dos años antes, a ver a Loquillo y
sus Trogloditas. Se había criado en un ambiente, en el cual, la polución, las
prisas, el caminar a ninguna parte, eran hábitos generales; los espacios
abiertos, el Pirineo y el aire limpio de sus cumbres eran inexistentes para él.
Al Jordi, el Barón de Coubertin le
sonaba por lo de la Olimpíada, y Chitanosecuantos ni eso, no obstante, Jordi
acabará por conocerlos perfectamente. Allí, en Barbastro, conoció a otros mozos
que como él, venían de la gran ciudad; Santa Coloma, La Mina, Nou Barris, etc.....,
y poco o nada sabían de picos; conoció a compañeros que después serian amigos.
Sus innatas condiciones físicas
llevaron a nuestro amigo a ser encuadrado en la Compañía de Esquiadores; en
ella le enseñaron a esquiar, y al final del invierno ya conocía el Aneto, el
Posets y las mayores cumbres de la cadena; también le enseñaron a amar la
Montaña y a disfrutar del montañismo. La vida en la Compañía era dura pero
también amena y sobre todo deportiva. Una de las manías de los mandos era la
limpieza del campo; después de un vivac, la revista era minuciosa y no podía
quedar un papel sobre el terreno, con el tiempo la cuestión era de lo mas
natural, y hacia innecesario repetirlo.
Con el verano, Jordi volvió a
Benasque para el Curso de escalada; en el pueblo se hablaba de lo sucio que
estaba el Aneto y en los descansos de la mañana los mandos también terciaban en
el tema. Por fin, una tarde, durante la charla del Capitán, éste descubrió sus
cartas, les habló, una vez más de la montaña, de las metas individuales, de los
objetivos colectivos, y les dijo que esta vez se trataba de llegar a donde nadie
mas podía llegar, pues ninguna institución estaba preparada para poner cien
hombres en la cumbre, listos para recoger la cosecha que muchos interesados
solo en coleccionar cumbres, e ignorantes del medio ambiente, habían sembrado
en el Pico.
El 29 de Junio de 1990 por la
tarde, los "Esquiatas" iniciaron el camino; desde Vallibierna,
subieron a los Lagos de Coronas, allí, por donde Tchitacheff subio la primera
vez, vivaquearon al raso, disfrutando de una increíble puesta de sol que pintó de
rojo las tierras de Aragón; de noche las estrellas parecían brillar más que nunca,
y antes de que se fuesen la columna había desayunado e iniciaba el ascenso
hacia el Collado de Coronas. Eran las ocho de la mañana y ya los hombres se afanaban por entre las piedras
del Pico, después de dos horas los distintos grupos se fueron acercando al pie
de la Virgen, y al cabo, a modo de trofeo y también de ofrenda, una pequeña
pirámide de bolsas de basura quedó configurada. Las fotografías de recuerdo era
obligadas; esta vez la cacería era ecológica y
la medalla por la gesta solo se podía colgar en el corazón de cada uno
de los que aquella mañana se habían esforzado por alcanzar el récord de montaña
mas limpia; un récord que valía exactamente 254 Kg. de basura.
Cuando a media mañana Jordi descendía del Aneto, cargada su mochila con una bolsa, pensaba, y ciertamente no se equivocaba, que también él era deportista olímpico, pues había ido a la montaña mas lejana, alta, fuerte y limpia del Pirineo.
NOTA.
La Cía. E.E.s del BON Gerona, del Regimiento Valladolid 65 de Barbastro, subió a limpiar el Pico Aneto el 30 de Junio de 1990.
BIBLIOGRAFIA.
"El Aneto y sus hombres" .Jean Escudier
"La Conquista del Pirineo". Marcos Feliu
"La Montaña". Maurice Herzog
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