Margarita está a la defensiva
Nuestra ministra de defensa es perra vieja, dicho esto con
ánimo cervantino, por aquello de que “yo soy perro viejo, y conmigo no hay tus
tus”, y no con connotaciones misóginas. Va dicho teniendo en cuenta su larga
trayectoria como magistrada en ejercicio, y, sobre todo, como política con
trienios, pues, al fin y al cabo, ya ejerció de pseudo-ministra cuando Belloch,
en el último gobierno González ejercía de superministro de justicia e interior,
y a nuestra simpática Margarita le toco lidiar, como cabeza de Interior, con el
apresamiento del ínclito Roldán tras su escape y fuga. Quizás de ahí le venga
su actual tirantez con su colega Marlaska, quién sabe.
Margarita lleva tiempo toreando con el asunto de los envíos
de armamento a Ucrania, algo que, hasta ahora, había resuelto con el expediente
de apelar a la confidencialidad y la seguridad para de esta forma no soltar
prenda. Algo positivo pues así evitaba dar cuenta de la precariedad de nuestra
ayuda; mejor dejar que la carga de la prueba cayese sobre Alemania, aunque ésta
fuese la segunda proveedora en valor de lo enviado, sólo detrás de los EEUU.
Pero todo, o casi todo, acaba por tener un final, y en esta
cuestión de los apoyos armamentísticos a Ucrania así ha sucedido. Culpa de los
Leopard. Dichoso Zelensky que no deja de pedir por esa boca y va a acabar por
meternos a todos en un lío. Lío de imagen de unos y de otros, pero de unos más
que de otros.
Que la defensa europea está hecha unos zorros ya se sabía. Hasta
el impresentable de Donald Trump tuvo ocasión de sacarle los colores a la
entonces todopoderosa Angela Merkel a cuenta de la poca inversión en defensa.
Pero Alemania, y también otros países, tienen industria y superávit estructural
como para revertir la situación en tiempos breves. No es nuestro caso.
La semana pasada Margarita no asistió a la cumbre de la OTAN;
era una reunión técnica, sin importancia, dijo; aunque presidiese el secretario
general y participasen sus colegas incluido el secretario de defensa USA; se
trataba de mantener un perfil bajo para casa, donde sus socios de gobierno
apelan cínicamente a la desescalada y la diplomacia, por no llamarlo
apaciguamiento, de viejas y tristes connotaciones. No hay que confrontar, no
hasta que el histórico doctor Sánchez lo decida teniendo en mente el calendario
electoral. Ye lo que hay.
Pero ahora hay que mojarse; vamos a enviar los Leopard, los
que no tenemos, o tenemos semidesmontados, o para chatarra. Carros que
requerirán tiempo e inversiones para su recuperación previa desde su estado
actual y que servirán, sobre todo a nivel interno, para que se hable, mucho,
demasiado, del lamentable estado de nuestra defensa, cada vez menos solvente si
tenemos en cuenta las inversiones de nuestro vecino del sur.
Y Margarita se pone a la defensiva cuando habla con la prensa.
Raúl Suevos
A 27 de enero de 2023
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