Talibanismo socialista
Existe en Roma un barrio al que apenas llegan los turistas,
es el barrio del EUR, que fue creado para la Exposición Universal de Roma, de
ahí su nombre, y que es un monumento a la arquitectura y el urbanismo fascista.
Y nadie lo ha tocado, como tantos otros ejemplos de monumentos y espacios
urbanos que se encuentran desperdigados por Italia y que son expresión de una
corriente racionalista relacionada con la Bauhaus o del neoclasicismo totalitario,
que también, y que también es expresión artística, y a nadie se le pasa por la
cabeza derribarlo.
En el año 1972 viajaba con mi padre hacia Zaragoza para
incorporarme a una academia para preparar la oposición de ingreso a la Academia
General. Al llegar a lo alto del Escudo le comenté de forma irónica algo sobre
el rendimiento combativo de los soldados italianos del Corpo de Volontari, con
los que mi padre había hecho parte de la campaña del año 37, cosa que supe
muchos años más tarde, cuando él ya no estaba.
Sobre la marcha se desvió hacia lo que descubrí era una
modesta pero majestuosa pirámide donde yacían los restos de un par de cientos
de combatientes italianos. El lugar, con el fondo del pantano de Reinosa resulta
impresionante, como la propia pirámide que, desde hace ya unos años, fue
vaciada de su contenido como sacrario militar. Y de aquello me queda su
comentario respecto a los italianos de que “todos los combatientes son buenos,
los malos están siempre en la retaguardia”.
Ahora andan tras su derribo. Dicen que los socialistas lo
exigen en base a la memoria histórica, supongo que también sus compañeros de gobierno,
sin olvidar a los herederos de los gudarís, aquellos que se rindieron a los
italianos sin pegar un tiro, dejando con el culo al aire a sus compañeros de
armas republicanos. Somos un país moderno, no como Italia.
A mí, que quieren que les diga, la historia, me parece de una
escualidez moral y social desmesurada, casi tan enorme como la talla de los
budas de Bamiyan que los talibanes derribaron a cañonazos hace ya unos cuantos
años. Tan iluminadora como las llamas de los libros que los nazis quemaban en
las ciudades alemanas durante su periodo álgido. Y supongo que, si los votantes
no lo remedian, será algo a lo que nos tendremos que ir acostumbrando, pues el
progresismo actual, que se expresa mediante leyes ideológicas importadas del
pensamiento Woke que reina actualmente en el mundo anglosajón, manda.
La pirámide está, creo, en territorio burgalés, y me gustaría
pensar que los castellanos serán capaces de darle la protección que evite lo
que hoy parece inevitable.
Raúl Suevos
A 28 de febrero de 2023
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