Partido del sentido común español
Pareciera que el candidato Tamames iba por libre; que no
formaba parte de ninguno de los partidos representados en la Cámara, y de hecho
así es, aunque su propuesta fuese presentada por el partido de Santiago
Abascal. Tamames pertenece a otra dimensión, y no precisamente a la de la senilidad
que de forma mayoritaria prensa y portavoces han intentado adscribirle.
Desde un tono mesurado y breve, el candidato dio muestras de sabiduría, compostura y mente ágil a la par que despejada. Y ello pese a su avanzada edad,
algo que, en las sociedades primitivas, y al parecer más sabias, otorgaba un
estatus especial en la dirección de la colectividad, y por eso encontramos, a
lo largo de la historia y a lo ancho del mundo, diversos ejemplos de consejos
de ancianos, y aquí mismo, en España, aún contamos con un Consejo de Estado que
no es sino una expresión de ese concepto. Y ya no podemos decir lo mismo de un
Senado que nació con ese espíritu constitucional pero que, posteriormente,
despojaron del requisito de edad a favor, como casi siempre, de los intereses
partidarios del momento. Ye lo que hay.
Don Ramón, al que desde los primeros minutos fustigaron
despiadadamente desde los micrófonos, y al que después desollaron articulistas
y tertulianos, impartió una lección de saber estar y de conocimiento de la
situación de la nación. Pocos temas dejó sin tocar, todo ello desde el respeto
a la Cámara, algo que, en muchos casos, con especial reproche a quien hoy
mantiene las esencias comunistas en la sala de forma chulísima, se aparcó en
relación con su persona. Ellos sabrán.
Él era el único que pareciera preocupado por el devenir de la
nación, el resto, sin excepción, estaban a marcar espacio en la ya iniciada
competencia electoral; empezando por el presidente del gobierno, que ha dejado
clara su posición respecto a la lucha sin cuartel que veremos en el espacio a
su izquierda, y siguiendo por el propio Abascal, o Feijoo en su medida y
publicitada ausencia del hemiciclo, para contento y regocijo de la portavoz
popular, que tuvo así ocasión de lucirse.
Don Ramón, parodiado anoche en el programa más visto de la
televisión nacional, muestra físicamente el peso de la edad, pero con más
agilidad mental que cualquiera de los allí reunidos –genial su alusión a Gasol
y Cataluña- y, desde luego, muy por encima del portavoz socialista, un individuo
que por méritos propios merece la damnatio memoriae a la que el radicalismo de
este gobierno parece querer condenar a una gran parte de España.
Moción ganada por el Partido del sentido común español y su
presidente, Don Ramón.
Raúl Suevos
A 22 de marzo de 2023
Comments
Post a Comment