Georgia se adentra en el lado obscuro

 

Cuando se empieza una tribuna con ese nombre, y teniendo en cuenta la actualidad europea, el lector puede sentirse inclinado a pensar que se trata de la presidente del gobierno italiano, la señora Meloni, pero, en este caso, y obligado por las elecciones parlamentarias que tuvieron lugar este fin de semana en Georgia, antigua y gloriosa nación enclavada al suroeste de la imponente cadena montañosa del Cáucaso, me he puesto a navegar en la página de la OSCE, la organización de seguridad y cooperación en Europa, que ha sido la encargada de organizar una misión de observación internacional en tales elecciones.

La afición al asunto, más allá de la que me cumple como ciudadano interesado en el devenir de los asuntos europeos, y dado que Georgia se encuentra en proceso de adhesión a la Unión Europea, me viene por el hecho de haber sido observador internacional, precisamente con la OSCE, en Tadjikistán para ser más exactos, y conocer por ello el proceso y los procedimientos de estas misiones.

El caso georgiano es importante, todo el Cáucaso lo es, por ser cruce de civilizaciones, religiones y rutas logísticas históricas, pero este país fue de los primeros en soltarse del yugo postsoviético, lo que le valió el alzamiento orquestado por Moscu de dos de sus repúblicas, Abjasia y Osetia del sur, y, posteriormente, la agitación constante hasta lograr colocar en el gobierno a un partido proclive a las directrices moscovitas. El que hoy gobierna.

Estas elecciones, ganadas por el partido del gobierno por estrecho margen, según sus propias noticias, llegaron tras profundos cambios legislativos que provocaron tumultuosas manifestaciones  en la capital,  pues la población entendía que se volvía hacia el dominio ruso, o lo que es lo mismo, Putin, abandonando la prometedora ruta del ingreso en la Unión Europea.

En la conferencia de prensa de la misión OSCE, tenida esta mañana, con representación y observación además del Consejo de Europa, la Asamblea parlamentaria de la OTAN, y el Parlamento Europeo, todos han expresado dudas sobre la limpieza del proceso, si bien ha sido el representante del PE, un parlamentario español de nombre Antonio López-Isturiz el que con mayor franqueza y dureza se ha manifestado, dando a entender con sus palabras que podemos olvidarnos, en el futuro próximo, de contar con Georgia como miembro futurible de la Unión Europea, lo que tiene como corolario que, muy posiblemente, se produzca un acercamiento a Moscú, al lado obscuro de la fuerza.

Se espera la llegada allí para estos días del señor Orban, presidente semestral de la Unión, ya desautorizado varias veces por éssta en sus periplos supuestamente europeos, lo que confirma este aciago devenir para los georgianos.

Raúl Suevos

A 28 de octubre de 2024

Traducción en llingua asturiana en abellugunelcamin.blogspot.com

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