Los dos ejércitos de España
Esta semana un par de noticias me han llevado a rememorar un
viejo lance profesional. La ocasión, en un destino exterior, se dio durante un
café distendido entre compañeros, en presencia del jefe, en el que yo tuve la desafortunada
idea de manifestar que en España existían dos ejércitos, el de provincias y el
de Madrid, lo que provocó la furia del jefe, perteneciente, según mi criterio y
confirmado por su reacción, al segundo grupo. Aparentemente la sangre no llegó
al rio, pero ese año fui obsequiado con unas calificaciones anuales francamente
mejorables, pero que no moderaron mi incontinencia verbal. Ye lo que hay.
Si algún lector se pregunta en qué consiste eso de los dos
ejércitos yo le recomendaría leerse los Episodios Nacionales de Galdós, en los
que describe perfectamente lo que son las covachuelas del poder capitalino, en
su vertiente civil y militar; y por la parte provinciana las figuras de
Espartero, el general del famoso caballo, y Prim, asesinado, sin que aún no se
sepa por quién, quizás por no saber jugar al eterno juego madrileño.
El caso es que, como señalaba, esta semana, medio escondido
en algunos medios, se daba cuenta de la autorización de Defensa para que tres
altos mandos, desconozco su identidad, pudiesen trabajar con Indra, como
asesores, o lo que es lo mismo, como conseguidores a cuenta de sus contactos
pasados en los medios capitalinos del ramo. Y ello es legal, no vayan a pensar
ustedes otra cosa. Es lo que llaman lobbying en Bruselas.
La otra noticia daba cuenta de los 103 mil euros anuales que
cobrará el general Gan por su desempeño como vicepresidente en Valencia, lo que
motivó el despelleje del antedicho por voceros de nuestro partido populista
conservador, en su vertiente valenciana; el más famoso talibán de nuestra
radiofonía, que parece guardarle una especial inquina al general; y la delegada
del gobierno, de mayores ingresos oficiales que el propio vicepresidente,
supongo que por su extraordinaria y contrastada preparación para el cargo, algo
que, la afectada debe considerar natural.
Y es que 103 menos un 46% de irpf, en 14 pagas y teniendo que
pagarse un alojamiento digno en Valencia, a algunos les parece una barbaridad.
Quizás el revuelo se justifica porque el general es de provincias, y no sabe
cómo se juega al juego capitalino, ya que cuando fue alistado por Mazón
manifestó como fundamental razón para su disponibilidad el “servir a España”,
figúrense ustedes. A lo que añadió, algún tiempo después aquel adagio,
incomprensible para muchos, de “ni pedir ni rehusar”.
No estamos ante un invierno nuclear, pero entre Putin y Trump
parecen anunciar tiempos de aflicción para Europa, y vamos escasos de militares
de provincias.
Raúl Suevos
A 15 de febrero de 2025
Comments
Post a Comment