No mires arriba
Hay un meteorito rondando por ahí fuera. Dicen que en unos pocos años, llegado el caso, impactaría, en lugar ignoto aún, sobre la Tierra, y ya ha empezado un pequeño baile con el cálculo de posibilidades sobre la certeza del impacto o, lo más probable, que pase a unos cuantos miles de kilómetros de nuestro querido e irremplazable planeta.
Este meteorito llega con un cierto retraso sobre una película, protagonizada por Leonardo Di Caprio, que aunque a mí me pareció interesantísima, la realidad es que pasó sin pena ni gloria, tanto aquí como en los Estados Unidos, donde se desarrollaba la trama. Un historia basada en el descubrimiento de la llegada y seguro impacto de un enorme meteorito que acabaría con la existencia terrestre, y, pese al esfuerzo del protagonista, asunto tratado con indiferencia suicida por todo el mundo, con un mensaje generalizado para tratar el tema, “no mires arriba”.
A mí, aparte del meteorito actual, me ha recordado la historia, la intervención, oída en la radio, de nuestro simpar ministro de exteriores, hablando de la reunión que tendrán unos cuantos líderes europeos en Paris para tratar de la situación ucraniana tras las intempestivas intervenciones de Trump y sus delegados en relación con el futuro del conflicto.
Y es que oír a nuestro ministro, con su edulcorado verbo y discurso cargado de lugares comunes, tan vacíos de contenido como el propio ejercicio del ministerio por el susodicho individuo, que mantiene siempre en sus intervenciones una actitud tan engolada que, al menos en lo que me toca, provoca el sonrojo de quien le escucha, cuando no la mofa. Ye lo que hay.
El señor Albares, en el caso ucraniano, y la afectación europea del mismo, parece querer convencernos para no mirar arriba, como el caso del meteorito, aunque en esta ocasión sería el Este más bien. Pero el tiempo pasa, ha pasado, y, pese a las ingentes cantidades económicas invertidas en el apoyo a Ucrania, nada se ha hecho en los aspectos políticos en relación con el Ejército Europeo, o con su Defensa, mientras el meteorito Trump se aproximaba, y aquí se esperaba que pasase de largo, dejándonos tranquilos con Kamala.
El elefante ha entrado en la cacharrería, y no está claro que la reunión convocada por el decepcionante Macron, ni tampoco la que al mismo tiempo se tiene en el superado Consejo de Seguridad de la ONU vayan a servir para mucho (no sirvieron). El meteorito ya está aquí, como el otro, el de la ultraderecha, al que tampoco se ha querido ver, y al que, posiblemente, también es tarde para tratar de parar. Pero el señor Albares tiene una dicción perfecta, todo hay que decirlo.
Raúl Suevos
A 17 de febrero de 2025
Traducción en asturiano en abellugunelcamin.blogspot.com
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