El relato, y la OTAN

 

Si ustedes se fijan se darán cuenta de que ya hace tiempo que en el mundo de la política, tanto a nivel nacional como internacional, reconozco que en el local es más difícil, nos encontramos con una ausencia casi total de Políticas, escrito así, con mayúsculas, de manera intencionada.

Y es que eso, lo que antes conocíamos como tal, ha quedado reducido a simples enunciados reservados para los programas que los partidos políticos nos proponen en tiempo de campaña electoral, y que después pasan ignominiosamente al olvido más profundo, y, si acaso, se justifica su arrinconamiento por razones varias, siempre ajenas a la voluntad del gobernante.

Ahora, y desde hace ya años, lo que prima es el Relato, es decir, la construcción, con intención persuasiva, de acontecimientos, ideas y/o valores que se presentan a una audiencia, por medios varios, de forma intencionada y coherente, con la intención de influir en sus emociones y comportamientos. Y en eso, desde aquel famoso “No es no” el doctor Sánchez parecía un maestro.

En la actualidad pareciera que, como aquel hilarante Austin Powers, alguien le ha robado el mojo. Todo, en lo relativo a la comunicación, no digamos ya en lo judicial, parece salirle mal. En su terrible aparición en sala de prensa bajo el influjo de un siniestro maquillaje sólo falto que, como a Rudy Giuliani, se le corriera el rímel. Todo lo que viene haciendo últimamente consigue el efecto contrario al deseado. Es como si entre los centenares de asesores nadie pensase en el relato.

Desde enero del 24, cuando falleció Barroso, el que fuera marido de aquella ministra, Chacón, a la que Zapatero llevó a defensa vestida de blanco y embarazada de muchos meses, en lo que fue una efectiva y efectista acción del relato, da la sensación de que en Moncloa se ha perdido el rumbo. O quizás es que el aluvión de noticias negativas es tan abrumador que no hay forma de contrarrestarlo. Quién sabe.

Lo último ha sido la salida de tono con la cumbre de la OTAN, cuando todos se afanaban en salir del paso con el Cesar americano, hinchado de orgullo con sus bombarderos Stealth, y el Secretario general arrastrándose epistolarmente en una búsqueda implícita del apaciguamiento del masmanda. Todos sabiendo que el gasto futuro será en función del apriete fronterizo de cada uno, es decir, más cuanto más cerca este Putin, pero todos pendientes de no enfadar al Cesar. Menos él.

Trump está volcado, desde su primera presidencia, con Marruecos, al que está rearmando concienzudamente. Ahí está nuestra frontera, y el relato que construye, aparentemente sin cabeza, nuestro presidente, no nos ayudará en el sur. Ye lo que hay.

Raúl Suevos

A 25 de junio de 2025

Traducción en llingua asturiana en abellugunelcamin.blogspot.com


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