De nuevo la Ceja, hirsuta, canosa y depilada

 

Era una historia vieja, de las que se desvanecen con el tiempo, para alegría de sus protagonistas, creía yo, aunque, una vez más, mis capacidades como sociólogo quedan míseramente expuestas. Y es que, con los años, parecía que aquella operación de la Ceja, o lo que es lo mismo, el manifiesto que un grupo de figuras conocidas de lo que algunos llaman Cultura, y muchos cultureta, publicaron en apoyo al nefasto Zapatero, y acompañaron con el gesto del índice doblado sobre la ceja, para que no nos quedase ninguna duda, quedaba escondido en lo más profundo del baúl de las pifias de cada uno de los firmantes. Pero no.

Hubiera sido lógico. El nieto del capitán Lozano, Rousseau para los masones leoneses, representa la ruptura del socialismo español con la socialdemocracia, también la deriva hacia el populismo de izquierdas, y, la utilización de la mentira como doctrina fundamental para mantenerse en el poder -algo que su actual sucesor, el doctor Sánchez, aprendió desde joven- y que supuso un final aciago de su gobierno en plena crisis económica mundial, por él negada con denuedo. Su posterior trayectoria como lacayo del dictador Maduro y sus oscuras mediaciones con sátrapas varios parecían motivo suficiente para tomar distancia con todo lo que a él se refiriese. Pero no.

Vuelven ahora los de la ceja. Más viejos, con menos pelo, y el que queda en sus cejas, al menos en los varones, se muestra canoso, hirsuto, tieso, como corresponde a la provecta edad de la mayoría. Tampoco son tantos. Hay alguna falta, como la de ese Sabina que parece haber descubierto la realidad de las cosas tras sus desencuentros con Hacienda, y falta alguno más, que no citaré por castigar su impertinencia de la primera vez.

Son gente apesebrada en su mayoría, bien por conciertos en ciudades afines con el partido del patrón, o por relación con ONG del ramo gubernamental, conferencias en congresos y cursos veraniegos, publicaciones de obras que casi nadie lee. En general ya no son creadores independientes, si alguna vez lo fueron, pues el asturiano de pro y uno de los más notorios de la lista, hasta al general Franco llegó a cantar. Ye lo que hay.

Su manifiesto actual, lejos de ayudar, deja en evidencia los escasos e interesados apoyos con que cuenta el marido de Begoña en la actual cultureta española. Un mundo, el de los panfletos, que está muy lejos de aquellos arbitristas de los tiempos de la Ilustración española, y que a mí me duele ver que aún cuenta entre sus firmantes con un Serrat al que yo otorgaba mayores luces.

Raúl Suevos

En Gijón a 26 de julio de 2025

Traducción en asturianu en abellugunelcamin.blogspot.com


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