La tiranía según James Madison

 

Fue el cuarto presidente de los EEUU, tras Washington, Adams y Jefferson, y autor de las diez primeras enmiendas de la Constitución, en las que se define la Carta de derechos de la ciudadanía, y también la pluma que, a través de la revista “El Federalista”, moldeó las ideas de los constituyentes en la fase de redacción y discusión del documento.

En ese Federalista, un libro que pude comprar hace ya años en un viaje inolvidable a Méjico, pues aquí no estaba publicado, podemos encontrar su afirmación de que “la acumulación de todos los poderes, legislativo, ejecutivo, y judicial, en las mismas manos, representa la verdadera definición de tiranía”, y por ello se cuidaron mucho de que ninguno de los tres prevaleciera sobre los otros, incluso promovieron que existiera una cierta confrontación entre ellos. Ahora, con Donald Trump, todo se ha ido a hacer puñetas.

El ogro anaranjado tiene su poder presidencial recrecido tras las últimas sentencias del Supremo, donde ha ido colocando desde su primera presidencia a jueces de su cuerda personal, y, para colmo, cuenta con mayoría republicana en las dos Cámaras, donde los representantes y senadores republicanos no osan votar en contra para no sufrir una campaña de acoso directo del personaje y sus acólitos. Además, la prensa, históricamente libre y beligerante ante el gobierno, hoy se encuentra en manos de magnates venidos de otras áreas de la economía que tienen como objetivo principal llevarse bien con el poder. El resultado lo vemos actualmente en los modos de Trump, en su persecución desde el poder a todos aquellos que no se inclinan o que fueron sus enemigos políticos, y también en la incipiente amenaza para buscar un tercer mandato, saltándose la Constitución. Nada que envidiar a Putin o Xi Jinping.

Llegados aquí parece obligado dar un repaso al estado de la cuestión en nuestra España querida, y lo primero que observamos es que nuestra teóricamente maravillosa Constitución tiene más agujeros que un queso gruyére, y que un gobernante con pocos o ningún escrúpulo puede hacer de su capa un sayo, dicho esto para evitar una procacidad que es lo que me pedía el cuerpo, y gobernarnos, o mangonearnos, a su personal antojo. Ye lo que hay.

El doctor Sánchez es incluso más eficaz, en su tiranía, que Donald Trump, pues ni siquiera ha necesitado ganar elecciones para apoderarse del poder, y desde allí “comprar” al legislativo, ¿o fue al revés? Para después ahormar al Constitucional desde una Fiscalía General de carácter delicuencial. La parte de los medios de comunicación ha sido más fácil incluso que en las Americas, pues aquí son mendicantes.

Para James Madison, nuestra situación, como la de los EEUU, es de libro, una tiranía.

Raúl Suevos

A 31 de agosto de 2025

Traducción en asturianu en abellugunelcamin.blogspot.com


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