Tilly Norwood, la nueva estrella

 

En Hollywood están estupefactos. Aún no ha hecho ninguna película pero ya hay unos cuantos productores que quieren contratarla, y es que hay que reconocer que es muy atractiva y resulta familiar al primer golpe de vista. Algo lógico si tenemos en cuenta que no existe, es el resultado de un algoritmo y la inteligencia artificial, que han metido en su genética los ojos, el mentón, la nariz, el pelo, y la boca de personajes ya conocidos, familiares y guapos, es decir, lo mejor de cada cara, para conseguir un rostro absolutamente encantador. Tilly Norwood.

En los diversos sindicatos del gremio cinematográfico andan con la mosca tras la oreja, pues, precavidos ellos, habían incluido como prohibida esta posibilidad durante la dura huelga que mantuvieron no hace muchos años. Y es que ellos sabían de qué estaban hablando, pues ya Schwarzenegger, en una peli del 87, dirigida por Paul Michael Glaser, de nombre El Fugitivo, the running man, y muy mala, por cierto, malísima, nos llevaba a un 2017 que hoy es pasado, en el que, en un mundo de autoridad dictatorial, que miedo, al protagonista, Arnold, lo sustituían en el programa televisivo de persecución a muerte, y audiencia global, por un sosias creado por, no recuerdo cómo lo llamaban entonces, inteligencia artificial. Ye lo que hay, vamos retrasados con esta Tilly.

Con Arnold  también de prota, me viene el recuerdo de aquella Desafío Total, Total Recall, de Paul Verhoven, 1990, bastante mejor que la primera, y con una guapísima Sharon Stone haciendo de mala malísima, en la que en un Marte de 2090, salía un taxi de conducción autónoma, y, sobre todo, para el estupor y carcajeo nacional, un mutante de descacharrante parecido con Jordi Pujol y que salía del costado del mutante portador. Y que muere en medio de una refriega, por cierto.

Con Terminator, de 1984, ambientada en 2029 y dirigida por el posteriormente oscarizado James Cameron, entramos en otro nivel, el del armamento autómata o teledirigido, en este caso en forma de ciborg, algo que la guerra de Ucrania con el amplísimo panel de drones de todo tipo nos está mostrando ya como una realidad a la que le falta muy poco para llegar a ese terminator, como Francisco Rubio Damian nos cuenta en su “La Guerra de los robots”.

Hay muchas más muestras de lo que Tilly Norwood nos promete, con Blade Runner, y su distopia de replicantes basada en una novela de 1968, ambientada en una fantomática Los Angeles de 2019, y dirigida por Ridley Scot en pleno esplendor creativo, o la, para mí, fabulosa Gatacca, de 1997, que nos muestra una sociedad, entonces futura pero que se asemeja dramáticamente a la actual, en la que impera la eugenesia y la selección genética para la concepción de los niños.

Hola Tilly.

Raúl Suevos

A 4 de octubre de 2025

Traducción en asturianu en abellugunelcamin.blogspot.com


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