Y ahora ¿A quién voto yo el 28-A?


La situación atípica en la que nos encontrábamos ha llegado al inicio de su final con la declaración del doctor Sánchez de este pasado viernes. En principio parece lo mejor que podía pasar puesto que la nación pasa por sus momentos más convulsos desde el 75, incluyendo los años de plomo de ETA que, si bien sangrientos, no suponían tanto peligro para nuestro sistema de convivencia como la situación actual provocada por los independentistas. Si viviese mi suegro, que tenía su punto dramático, diría que España está peor que en el 36.
El caso es que, conociendo el percal, me temo que unos y otros van a intentar que los sufridos votantes nos fijemos en un par de faroles tras los cuales tendremos que correr, y votar, sin pensar ni mirar nada más. Todo lo demás será oscuridad, ruido y humo, y es lo que a ellos les interesa. A mí no.
Por edad he vivido toda la etapa constitucional de España y creo que hay varios tipos de votantes. El que vota a tal porque es lo que siempre se ha votado en casa; el que vota a cual porque esa es su ideología y nunca la va a cambiar, el otro que vota en función del cumplimiento de lo prometido anteriormente, el de allá que lo hace precisamente en función de las promesas del programa, y también está aquel que se deja llevar de los “mass media”, los formadores de opinión de la prensa. Aún hay más tipos, como los votantes anti-sistema, los abstencionistas convencidos o los que deciden en el último momento. Al final todos son votos.
Yo, no teniendo ideología, he votado a casi todo el espectro, izquierda, derecha y centro pero también he votado en blanco, tratando con ello de significar mi rechazo al sistema político en su conjunto. La ausencia total de información sobre este voto en los medios de comunicación al día siguiente de las elecciones, cosa que no logro entender, me ha llevado a reconsiderar esa posibilidad y ahora voto en función de mi programa político.
Sí, mi propio programa, muy cortito, cuatro, cinco puntos a lo más, pero que considero prioritarios para que yo otorgue mi humilde voto a cualquier formación política. No abarco con ellos, desde luego, todo lo que requiere un programa de gobierno de un país como España, pero son los que yo entiendo como fundamentales y por ello los que buscaré en los programas de los oferentes de servicios que encontraremos en la feria electoral.
La justicia, la independencia de los jueces y la dotación de medios personales y materiales para su ejercicio, es para mí el primero y más importantes de esos puntos,http://repdiv.blogspot.com/2018/11/iustitia-ultima-ratio-civis.html y lo que vemos estos días en el Tribunal Supremo sirve para recordármelo, como llevan haciéndolo de forma sistemática otros tribunales en lo tocante a la corrupción de los políticos. El primero demis puntos.
Después de la justicia viene la reforma del sistema electoral que creo que es deficienteen la actualidad y conduce a que el valor del voto sea muy desigual en función de dónde se viva en España y da demasiado poder a los partidos nacionalistas. La poca representatividad de partidos nacionales como IU, hoy disuelta en Podemos, o la ya casi extinta UPyD son una clara muestra de este desequilibrio. Además de lo anterior la necesidad de listas abiertas es ya un grito  http://repdiv.blogspot.com/2019/02/el-modelo-electoral-aleman.html , en definitiva, esta sería mi segunda prioridad.
Europa es la siguiente preferencia. No puedo entender el futuro de España fuera de Europa, de hecho no puedo entender el futuro de ningún país europeo fuera de la Unión Europea y me temo que el Brexit va a darnos una muestra clara del frio que hace fuera sin el abrigo de la UE. El mundo está muy agitado y no puedo ni quiero imaginar lo que sería de nosotros sin esa institución http://repdiv.blogspot.com/2018/10/manuel-valls-barcelona-y-el-espiritu.html , de modo que el enfoque europeo de los programas será para mí algo muy importante a estudiar.
Hay muchos más elementos en un programa electoral pero no hay ningún programa que responda exactamente a lo que cada uno de nosotros queremos. Estos tres elementos son prioritarios para mí, también el estado autonómico me preocupa y creo que en algunos aspectos necesita una reconducción, la educación y la sanidad no pueden ser elementos que hagan sentirse diferentes a los españoles en función de en qué región vivan. La despoblación en el campo, el envejecimiento de la población, la emigración, las pensiones, también cuentan pero todo no puede ir en el programa de uno.
En los próximos días es posible que escuchemos más descalificaciones que propuestas. Habrá tanto ruido que resultará difícil enterarse de cuáles son las propuestas de los partidos, será como comprar en un mercado lleno de vendedores gritando su mercancía y para evitar confundirse y volver a casa con más cosas de las necesarias o con otras que no queremos conviene ir con una lista con lo que de verdad buscamos. Esa lista es la que representa mi programa, con ella pretendo evitar que los gritos de los vendedores me lleven a comprar algo que no quiero y recomiendo que cada uno se haga su lista con independencia de consejos y proclamas de amigos, comentaristas o políticos. El programa de cada uno.
Raúl Suevos
a 16 de febrero de 2019
repdiv.blogspot.com
abellugunelcamin.blogspot.com

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