Pepín el bueno
En mi generación la historia patria se trataba bastante, y una de las figuras que nos resaltaban como ejemplar era la de Guzmán el Bueno, por aquello de sacrificar a su hijo antes que entregar la plaza de Tarifa a los enemigos de su rey. Aunque parezca mentira, la del coronel Moscardó, defensor del Alcázar de Toledo durante la Guerra incivil, y con su hijo fusilado por los asediadores en similares circustancias, no era tan aireada en el currículo escolar del denostado franquismo. Ye lo que hay. El caso es que Guzmán el Bueno representaba especialmente los valores de lealtad, honor, valentía y sacrificio, todos ellos de especial importancia para los rectores de España en aquella época, y no incluyo el patriotismo, sí en el caso de Moscardó, por aquello de que el de Tarifa era al rey a quien juraba lealtad y no a la Patria. En mi pequeño mundo infantil de barrio gijonés, callejero y peleón, no se iba tan lejos en lo de los valores, pero sí los había, y, especialmente para mi ma...