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Esencias

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 Un viejo ensayo de relato corto que no fue muy lejos.    ESENCIAS Era una de mis primeras correrías en el Puesto al que había llegado no hacía mucho procedente de la Academia; una de las duras, de las que se sabía la hora de comienzo pero no el final. Al fondo del valle se adivinaba Campo de Caso, y las cuestas camino de la braña no parecían terminar nunca. El entorno de aquellos valles, con gente todavía por el monte, ya no era el de unos años antes, con patrullas de contrapartida y frecuentes encuentros con muertos y heridos, pero aún así no era cosa de descuidarse, y eso añadía un cansancio adicional al que suponían los desniveles y el peso del equipo, con el tirante de la bandolera de la pistola serrando el cuello mientras tratabas de no odiar la capa pensando que, posiblemente, fuese imprescindible algo más tarde. Álvarez, el Guardia primera, me avisó en cuanto lo avistamos allá al fondo, muy pegado a la linde del bosque: “En ese caserío, casa Pachón, pasan informac...

Metro a metro, podría, finalmente, llegar el Metrotren

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  Los norteamericanos, en su devenir imperial, cuentan con una potente y tupida red de instituciones de dependencia estatal o universitaria, éstas en su mayoría de carácter independiente, y, a través de ellas se puede encontrar todo tipo de estudios, especialmente en el campo sociológico, dónde es más difícil el trabajo individual de los científicos e investigadores del ramo. En este sentido, la Brookings Institution, con sede en Washington, pasa por ser desde hace años la más importante del país entre las independientes, y se especializa en la investigación en las llamadas ciencias sociales, con especial dedicación a las políticas metropolitanas y a la gobernanza de las mismas, y para ello desarrolla un gran número de herramientas sociales que pueden ayudar a definir las futuras tendencias y también a prevenir los posibles peligros que acechan en el camino. Uno de estos útiles, para lo que nos interesa, es el   Metro Monitor, con el que desde hace ya diez años sigue las t...

Cuando los canadienses prendieron fuego a la Casa Blanca

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  Es una antigua historia pero, durante su primera presidencia, Trump ya le echó en cara la vieja querella a Justin Trudeau. Y es que el asunto debió escocerles bastante, tanto que más de doscientos años después aún lo tienen presente. Y no es para menos. Era 1812, y la joven nación yanqui, expansionista y depredadora desde antes incluso de su nacimiento oficial, vio la oportunidad de apoderarse de las tierras de la corona británica más al norte, dado que los ingleses estaban empleándose a fondo en Europa contra las tropas napoleónicas. Era una mala idea, que no funcionaria. En lo que hoy es Canadá, se apañaron como pudieron con unas milicias formadas por colonos franceses y británicos, cimarrones negros huidos de la esclavitud y hasta las propias tribus indias que ya estaban al tanto de cómo los “civilizaban” sus vecinos del sur. Y con esto lograron frenar a los invasores, no sin que estos saquearan y prendieran fuego a la ciudad de York, hoy conocida por todos como Toronto....

El golf, ese desconocido

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  Ayer estuvimos de competición. El campeonato anual de golf de la promoción, que dicho así parece algo de cierta envergadura pero que, en realidad, no contó con suficientes participantes como para llegar a la media docena. Y eso que ya llevamos unos cuantos años con el empeño de que acabe siendo una tradición, aunque sea en el cementerio dada la edad provecta de los participantes. Y es que el golf, entre los miembros del Ejército de Tierra, nunca ha sido una actividad habitual. A nosotros parece que nos va más lo tradicional: la carrera continua, ahora llamada running, los juegos de equipo tipo balonmano o similares, y en los últimos tiempos la bicicleta de montaña, que combinada con las carreras de orientación da resultados espectaculares para el interés de nuestro oficio. Aviadores y marinos han contado, desde que Eisenhower visitó España, con bases aéreas y navales, en las que se construyeron campos de golf, y por eso nuestros colegas están más habituados. Porque, pese a ...

Rusia está en el sur

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  Estamos asistiendo estos días a lo que algunos sociólogos llaman cambios epocales, es decir, movimientos en los comportamientos o en la manera de pensar de la sociedad que suponen dejar atrás lo que antes parecía inamovible, o lo que es lo mismo, el cambio de paradigma, en expresión más típica de estudiosos, científicos sociales, o simplemente snobs. Y es que, con la sangrienta movida que supuso la invasión de Ucrania -sí, invasión es la palabra- la opinión pública europea comenzó a inquietarse, a removerse, como si sufriese una comezón provocada por un alimento en mal estado, o reaccionase a una alergia desconocida. Pero, aún con ello, cuanto más al sur y al oeste se encontraba el sujeto observador, parecía como si el asunto no nos acabase de afectar. Hasta que llegó Trump, de nuevo, por segunda vez, y entonces, como cantaba aquel viejo estribillo de Carlos Puebla, en su conocida pieza “Y en eso llegó Fidel”, se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó a parar; y todo...

Las estaciones carboneras de hoy

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  A más de un asturiano el título le llevará a recordar las estaciones del viejo tren automotor que subía hasta Laviana efectuando paradas a lo largo de la Cuenca Minera, pero no, no sé trata de trenes en este caso, pero sí que la referencia pasada nos lleva a los tiempos del barco a vapor y a las necesarias estaciones carboneras imprescindibles para, superada la navegación a vela, establecer rutas oceánicas a lo largo y ancho del Globo. La idea fue desarrollada por el capitán Alfred Mahan, un teórico de la geoestrategia que allá por los finales del siglo XIX, y antes de nuestra desgraciada guerra Hispano-norteamericana, escribió varios libros sobre “la influencia del poder naval en la historia” y “el interés de los EEUU en el poder naval”, en los que dejaba entrever la necesidad perentoria para Washington de apoderarse de los restos del Imperio español para así poder establecer las imprescindibles estaciones carboneras, lo que lograría tras hundir nuestra flota en Santiago y C...