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Showing posts from December, 2023

El queso, potenciador de la libido.

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  Me gusta mucho el queso, particularmente el gamonéu. En ocasiones preparo un mouse o crema a base de Cabrales, la Peral y Azul de hojas que hace furor en las comidas familiares. Ese es el caso en Navidad y Nochevieja, y para ello me acerqué a los grandes almacenes, los de toda la vida, para pertrecharme con lo necesario. Hacia un día para combate épico de los Tercios en Flandes, una niebla densa, temperatura de cero grados y sensación de menos tres. Una masacre meteorológica que invitaba a tomar un fervidín –vino blanco con azúcar hervido al vapor de la cafetera- y leer el periódico del día, en lugar de deambular por las calles, por otra parte bastante concurridas. En los almacenes comprobé que era el único en llevar la mascarilla puesta, pese a la alarma de estos días con gripe y covid, y lo atestado del lugar. Ye lo que hay. Ya en la zona de quesos y viendo que mi turno daba para un rato, me coloqué en una esquina y me dispuse a observar, y, de paso, a leer en el teléfono una r

Navidad milanesa

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  Está Milán impresionante, como siempre, y especialmente en estas fechas navideñas. Es toda ella una luminaria, y dicen que es la que más refulge desde el balcón extraordinario de la estación orbital. Es como una obligación para la ciudad, mucho más allá que los leds de nuevo rico del alcalde Caballero. Una devoción hacia su vitola de capital económica de Italia desde hace ya mucho tiempo, desde antes del Risorgimento incluso. A mí, que la visita me toca por la parte familiar, me pide el cuerpo acercarme a las siempre concurridas, casi tumultuosas, galerías de Vittorio Emmanuele, pegaditas a la Piazza del Duomo, y que, para estas fechas, emplazan en el cruce de las mismas un enorme abeto navideño, cada año más llamativo, y cabría decir que suntuoso. Los últimos años fue la conocida firma Swarovski la responsable de adornar, o diseñar si prefieren, los ornamentos del navideño abeto. Y fue un éxito enorme en cuanto a público, a sus comentarios, e, indudablemente, en cuanto a proyecc

Ucrania, el choque de civilizaciones

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  El título de la tribuna evoca un libro de Samuel Huntington, un cientista político norteamericano, o sociólogo, que ambos, en función del producto, comparten DNA. Una obra que supuso una conmoción a nivel mundial por cuanto pronosticaba un mundo en constante tensión y conflicto, particularmente en las zonas fronterizas de la cultura islámica, a la que otorgaba un afán universalista y beligerante, y, por lo tanto, generadora de choques con sus vecinos. Ni que decir tiene que a don Samuel le partieron la cara, dialécticamente hablando, en muchos foros internacionales, siendo particularmente duros los apóstoles de lo políticamente correcto, del buenismo; y eso que entonces aún no se había desarrollado la filosofía “woke”, también llamada wokismo. El caso es que, a tamaño desatino hobessiano, pronto le salió una respuesta que, pásmense ustedes, vino de la mano de nuestra particular lumbrera política nacional, el señor Zapatero, quien, en asociación con un paladín de la democracia, ente

Si gana Rusia pierde Europa

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  Pronto se cumplirán dos años de la invasión de Ucrania llevada a cabo por las tropas de Vladimir Putin. Dos años en los que los europeos descubrimos al pueblo ucraniano; a su indomable voluntad de vencer; a su inquebrantable intención de prevalecer como nación con identidad propia y diferenciada de los rusos. Una lección de patriotismo y resiliencia que debería ayudar a fortalecer la propia personalidad de la Unión. Están siendo años desesperadamente largos, en los que Europa, como conjunto, supo reaccionar ante lo que se percibe, más allá de la imposición de la fuerza por encima de la resolución pacífica de conflictos, como un claro peligro futuro para la propia existencia de la Unión; algo que los países vecinos a Rusia conocen bien, y supieron trasmitir al resto de Europa. Ahora, con el cansancio de unos y los intereses inconfesables de otros, parece que las cosas comienzan a cambiar. Rusia pierde la guerra en los frentes de batalla gracias al valor inexpugnable de los hombres

De boda en La Habana

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  No sé si saldrá en las páginas del papel couché, o del corazón, también nombrado así, pero, en cualquier caso, lo cierto es que hace unos días hubo en La Habana una boda de las de antes, de cuando la gente bien iba de largo, y en invierno, invierno cubano, se ponían estolas de visón para ir a las cenas en las casas postineras del barrio del Vedado. Hoy en el barrio antaño de clase alta no queda nada, salvo el Museo de las artes decorativas, antigua casa de la marquesa de Revilla, propietaria también de la Manzana de Gómez, un magnífico centro comercial junto al Parque Central de principios del siglo XX, y   durante años decrépito augurio inmobiliario. Una decadente promesa convertida en gran hotel de cinco estrellas apenas hace cinco años, regida por la cadena Kempiski, y alojamiento suntuoso de los invitados de esta boda pretendidamente suntuosa. A la marquesa todo le expropiaron, allá por mediados de los sesenta del pasado siglo, hasta la vajilla de plata, emparedada convenient

España no merece un gobierno que le mienta

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  Esa afirmación rotunda no me pertenece. Muchos la recordarán en boca de Alfredo Pérez Rubalcaba, a la sazón mano derecha de un Zapatero, secretario general de los socialistas y aspirante al sillón de presidente de gobierno en las elecciones que debían celebrarse tres días después de esta salida del, mefistofélico más que maquiavélico, Rubalcaba. La lapidaría afirmación se apoyaba en que el gobierno Aznar, veinticuatro horas después del atentado de Atocha, aún adjudicaba la responsabilidad a ETA en lugar de al terrorismo islámico, algo que para entonces Rubalcaba, que mantenía sus peones en el ministerio del interior, sabía perfectamente. Terrible error de comunicación institucional en vísperas electorales y que acabaría costándoles las elecciones a los populares, y retrasando la llegada de Rajoy por casi ocho años. Al día siguiente se produjo una manifestación multitudinaria en la que el gobierno, más que los terroristas, parecía el responsable del atentado, y en las consiguiente

Lo que pintamos en Europa

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  Las redes me avisan de que mi nombre aparece en varios periódicos europeos, ninguno español, relacionado con otros cientos de signatarios de una carta abierta al presidente Biden, pidiéndole que dé el visto bueno al empleo del armamento USA más allá de las fronteras ucranianas; una medida que podría significar la supervivencia de la propia Ucrania en unos momentos en los que el bloqueo republicano en el congreso de Washington amenaza con cortar la ayuda norteamericana. Ye lo que hay. El caso es que yo mismo me maravillo de la singularidad de mi nombre en tan amplia lista europea. Una relación en la que aparecen nombres de todos los estamentos de la sociedad europea y de casi todos los países de la Unión. Una lista que, en mi caso, nace de mi periodo como director de comunicación del Eurocuerpo, en Estrasburgo. Una ciudad, riquísima, que cuenta con la segunda sede del Parlamento europeo, donde los eurodiputados se reúnen una semana cada mes del periodo de sesiones; un Consejo de Eur

El quilombo hispanoamericano

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  Este domingo 10 de diciembre es un día de gloria en Argentina. Más allá de la personalidad del nuevo presidente, que dará, probablemente, para abrir muchas primeras páginas en el futuro, lo que queda y se celebra es que los argentinos han decidido dar un volantazo a los destinos de la nación. La palabra quilombo, muy usada en Chile y Argentina, tiene una acepción como lupanar, prostíbulo, o burdel; y una segunda como caos, desorden o barullo, que también ha ganado una cierta importancia y uso en España; y es este segundo significado el que parece que describe lo sucedido en Argentina, donde la situación política ha llegado a tal nivel de deterioro que los argentinos, por lo que se ve, decidieron votar, no para elegir al señor Milei, que también, sino para deshacerse del Kirchnerismo, o lo que es lo mismo, el peronismo en su versión más decadente.   Un poco de quilombo también podemos encontrarlo en el sequito del rey de España –a ver si pronto puede poner en lista de revista a la

Nuestra dependencia israelí

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  Recién nos dejó Henry Kissinger, un judío alemán superviviente del genocidio llevado a cabo por las hordas de Hitler en la Europa de entonces entre los componentes de su raza y religión. Un campeón de la ciencia política que llevó entre sus manos, directamente o través de sus escritos, las relaciones exteriores de su país de adopción, los Estados Unidos, el Imperio. Kissinger era un paladín de la teoría realista en las relaciones internacionales, en las que los estados son protagonistas y su supervivencia el objetivo a conseguir por sus mandatarios. Una teoría que es la que ha marcado el devenir del mundo moderno casi sin excepción. En el caso español no parece muy claro que nuestros gobernantes tengan una idea muy clara de esta teoría, por simples que sus premisas pudieran parecer, y, nuestro actual presidente de gobierno, responsable de esa política, parece empecinado en procurarnos, un día sí y otro también, enormes dosis de incertidumbre y preocupación. Aún no logramos recu