El faro de Montevideo

Existen varios pero el más antiguo y famoso es el del Cerro de Montevideo, construido por la Corona allá por el lejano 1802. Con él se marcaba el rumbo para entrar en el gigantesco estuario del Rio de la Plata y enfilar hacia la gran ciudad de Buenos Aires, todo ello tras dejar atrás la Punta del Este y sus hoy famosas playas, meca de las fortunas uruguayas y bonaerenses. Pero Uruguay lleva tiempo iluminando políticamente al mundo, casi desde su nacimiento como nación de la mano de Gervasio Artigas, Protector de los pueblos de la Banda oriental, aquel jinete de ascendencia oscense, cabezudo como ellos e incapaz de conjugar el verbo reblar, lo que le llevaría a enfrentar a brasileños y argentinos a un tiempo, con la casi desaparición de la nación. Después vendrían los Batlle, estos de origen catalán, que darían hasta cuatro presidentes a la nación, el primero recién nacida la república, y el último entrado el siglo XXI, pero que tendrían en el segundo, José, dos veces...