Pablo prepara las maletas

Está siendo esta una semana de mucha violencia verbal, afortunadamente la otra, la tradicional, parece adormecida por el momento aunque si las noticias económicas, Alcoa, Nissan, siguen produciéndose tampoco hay que descartar que lleguen a sobrepasar la cobertura del coronavirus.
El verbo explosivo ha corrido a cargo del señor vicepresidente del gobierno, el doctor Sánchez no está para el navajeo tabernario aunque este se produzca en sede parlamentaria. El líder de Podemos ha estado especialmente beligerante después de las tarascadas recibidas por su “desaparición” en la responsabilidad, por él reclamada, en la gestión de las residencias de ancianos. Había que contraatacar.
Ayer en el Congreso no estuvo especialmente brillante con sus recurrentes referencias al marquesado de la señora Álvarez de Toledo, que recordaban a los repetitivos insultos de las clases de los niños de parvulario. La respuesta, medida aunque algunos piensen otra cosa, llevaba una carga explosiva muy superior a la que el insultíca esperaba, y su llamada a la denuncia paterna recordaba a aquel clásico hoy olvidado “Pápa llama”.
Lo de hoy recordaba al toro recrecido con el castigo del picador. El vicepresidente se ha venido arriba y lo ha hecho en la Comisión de reconstrucción ¿Reconstrucción? Así la llaman aunque todos estén mirando para Bruselas. El caso es que allí tenía al señor Espinosa de los Monteros, al que ha atacado con insinuaciones golpistas sazonadas con giros expresivos de chulería de arrabal, a lo que el aludido ha reaccionado con el abandono de la sala. La riña, a la vista de las imágenes, no parece que sirva para mejorar la imagen del señor vicepresidente, salvo para los cautivos ideológicos a los que iba dedicada, aunque el que parece que más imagen ha perdido ha sido el señor Pachi López, que no tenía mucha que perder por otra parte.
Pudiera parecer que todo esto es espontaneo pero en política casi nada lo es. Estamos en medio de una crisis mundial que dejará cientos de miles de muertos por el camino, y gobiernos tambaleantes. En nuestro caso nos ha pillado con un gobierno de coalición, de imposible ensamblaje según declaraciones anteriores de su presidente, y una polarización tremenda en el ambiente político; además, la situación económica nos encuentra aún intentando superar la crisis anterior, de modo que todo evento político adquiere especial significación, aunque ésta pueda ser manipulada según el interés de unos u otros.
La purga del coronel Pérez de los Cobos, no cabe llamarla de otra forma, hay que encuadrarla en la crisis general de nuestra nación y su tratamiento, obviando que el objetivo último es la Justicia, es una muestra de cómo se reparten las cartas en este juego. Iglesias está eligiendo las suyas, sabe que Europa nos ayudará con condiciones, duras y costosas para el gobierno, algo que él no está dispuesto a pagar. Se trata de empezar el desmarque, como azote de la derecha, como conseguidor del ingreso vital; esas son sus cartas para cuando diga adiós al doctor Sánchez, en cuanto haya que apretar las tuercas a los españoles. Cartas marcadas.
Raúl Suevos
A 28 de mayo de 2020
Versión en asturiano en abellugunelcamin.blogspot.com

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