El acontecimiento del día (II)

 

No me consta que hoy en Marentes exista ningún abonado a ningún periódico. En toda ïbias apenas quedan personas. El suroccidente asturiano es una de las zonas más despobladas de Asturias y, posiblemente, de toda España. Tampoco es probable que los que allí resisten, viejos en su mayoría, visiten las páginas de la prensa digital pues la conexión de internet es pésima, y convierte su uso en un pequeño suplicio no apto para ciertas edades.

En los tiempos de José de Peña aún había un amplio surtido de prensa en España. La mayoría pertenecía a lo que se conocía como Prensa del Movimiento, a la que se suponía una clara subordinación a las directrices del poder. Pero también existía una cierta porción de prensa libre, a la que podía distinguirse por las frecuentes sanciones que sufrían periodistas, directores y editores; llegando a la supresión física del medio, como en el caso de la voladura de diario Madrid.

Eran otros tiempos, sin duda. Hoy todo ha cambiado. Y basta con mirar al gran referente mundial de la prensa, los Estados Unidos, donde todas las tendencias, tanto ideológicas como económicas, marcan el paso del resto del mundo. Allí ya hace años que la prensa escrita está acorralada. Con la llegada del digital cerraron muchas cabeceras y las que resistieron lo hicieron con los llamados Muros de pago digital. Era una forma de atrincherarse tratando de evitar la defunción por falta de ingresos.

Aquí pasó algo parecido. Desaparecieron los lectores de papel –la máxima tirada hoy no llega a 60.000 ejemplares- y, tras el paso al digital, los suscriptores no daban para mantener la empresa, de modo que, en una primera fase, ser recortaron las plantillas y todo se fió a los ingresos por publicidad, aunque ahí había un precio oculto a pagar.

Después llegó el estado, aunque sería más ajustado decir el gobierno, como mayor contratante de publicidad para la prensa en general; aunque como no bastaba, aparecieron las ayudas directas, y hoy podría afirmarse que sin la corriente vital que llega desde el poder no existiría prensa en España. Pero ya se sabe, no se debe morder la mano que te da de comer.

Las últimas noticias que llegan de los EEUU, después de una penúltima fase en la que los magnates, como Jeff Bezos, empezaron a comprar medios, nos dicen que siguen los despidos de periodistas y cierres de medios. La publicidad, el fluido vital actual, se ha ido a Google, Facebook y los demás, dejando a la prensa cada vez más arrinconada y liberando el campo de la comunicación para las llamadas Redes, hoy de consumo masivo. Ye lo que hay.

Raúl Suevos

A 16 de diciembre de 2022

Traducción en bable en abellugunelcamin.blogspot.com

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