Isabel Ayuso y Marlaska

 

Con la que está cayendo, tras varios meses de gobierno en funciones y sin pronóstico claro de futuro, con una amnistía y referéndum amenazando la estabilidad nacional, y digo lo de estabilidad después de buscar durante largo rato una palabra que no generase demasiada subida de tensión entre mis escasos lectores, henos aquí que nos encontramos con la ya tradicional llegada de cayucos a las Islas Canarias, particularmente al Hierro, que es la más cercana a las bases de salida en Senegal.

Son estos cayucos un dolor de cabeza estacional, como lo eran, aunque sin bombas ni muertos, aquellas campañas de verano de la derrotada ETA, a manos de Zapatero, según impúdica afirmación de este gran estadista. Es un malestar que, pese a lo aparatoso de las cifras, cabe suponer que un país de la talla poblacional y económica del nuestro debería estar en condiciones de soportar, pero eso depende, claro, del ambiente político de cada estación. Y en ésta la temperatura está bastante alta.

Para la España democrática, la de la Transición, es una primerísima eso de toparnos con un partido que gana las elecciones generales y, pese a ello, no tiene opción de gobierno, y, en el otro lado, un perdedor de las elecciones, desde su posición de mando, que se declara dispuesto a todo, hasta vender las esencias de la nación, con tal de gobernar. Es ahí, en esa situación tensionada hasta el paroxismo, donde se inscribe ese tiroteo verbal que sufrimos desde las posiciones de unos y de otros.

En el rifirrafe de declaraciones, de un lado y del otro, nos encontramos con la presidente del gobierno madrileño, Isabel Ayuso, cuya formación universitaria lo fue en Ciencias de la información con máster posterior en comunicación pública, que se muestra preocupada, y lo manifiesta, por la llegada masiva de emigrantes y los efectos que eso pueda tener para la seguridad nacional. Algo que parece razonable mientras no se demuestre lo contrario.

El presidente del Partido popular, señor Feijoo, también se ha expresado en la misma dirección, y eso parece haber sacado de sus casillas al ministro de Interior, señor Marlaska, quien ha calificado a los dos gerifaltes conservadores como ignorantes e irresponsables. Declaración que, es de suponer, hace desde su actual condición de ministro del ramo y, también, como antiguo magistrado de la Audiencia Nacional. Es de agradecer. O no.

Las dudas respecto a Marlaska, para quien no las tuviese ya contrastadas, vienen por el hecho de que la Estrategia de Seguridad Nacional, firmada por el doctor Sánchez en 2021 tras ser aprobada por el Consejo de ministros, señalan, entre los riesgos y amenazas para España, los “flujos migratorios irregulares”.

Hágaselo mirar señor Marlaska.

Raúl Suevos

A 27 de octubre de 2023

Traducción en llingua asturiana en abellugunelcamin.blogspot.com

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