Se acabó

 

Qué frase más lapidaria. Qué radicalidad en lo que expresa. Como un latigazo que pone fin a cualquier discurso o actividad que se estuviese llevando a cabo. Un estallido rompedor que evita la necesidad de dar explicaciones. Aunque éstas fueran imprescindibles.

Fue el título de una canción de enorme éxito de la recientemente fallecida María Jiménez. En ella daba cuenta de la drástica finalización de su  tempestuosa relación con Pepe Sancho, su marido en tres ocasiones, con indudable tono de reivindicación feminista, algo que, con independencia del contrastado tirón de la artista, contribuyó directamente al triunfo de la canción.

En este verano inacabable el venablo oratorio ha vuelto a cobrar notoriedad  tras el beso mundialista; madre, o padre, de todos los besos de la historia. De la mano, vía redes, de la notable Putellas, que, en un alarde de oportunidad, vio en la canción de la Jiménez la forma de radicalizar de manera imparable el asunto del beso. Y la caída del dirigente federativo. Ye lo que hay.

El caso es que el asunto no se ha acabado, ni mucho menos. La interesada revolución feminista/igualitaria sigue pujante de la mano de la clase política en el mundo del futbol, que acaba de anotarse otro tanto, o cabeza, en Alfonso Pérez, por atreverse a manifestar la diferencia imperecedera –en clave económica- entre el futbol masculino y el femenino. Pero hay más.

En Gijón hemos tenido un nuevo episodio de la descarga verbal de la mano de nuestra primera edil, la señora Moriyón, que con un cortante “se acabó” ha despachado del gobierno municipal al partido VOX, al parecer por pretender, nada menos, reconducir ideológicamente al mundialmente famoso festival de cine gijonés, por medio de la concejalía de cultura que este partido detentaba. Si señora, así se manda.

La alcaldesa no podía soportar que esta gente cambiase la idiosincrasia de la villa de Jovino, suponiendo que exista, y por ello, en su capacidad de primera regidora, se ha cargado el gobierno a doble banda, que no tripartito, quedándose sólo con el apoyo del PP. Y es que, al parecer, ella era la única que no sabía que VOX había declarado, por activa y pasiva, su intención de posicionarse en la áreas de cultura, en aquellos lugares y regiones donde participase en el gobierno, para dar la batalla ideológica que ellos consideran como objetivo fundamental de su acción política. ¿Dónde estaba? Señora Moriyón.

Apenas cuatro meses de gobierno municipal y ya estamos en esas, en la fragilidad de la corporación que nos aboca a un cuatrienio cargado de sobresaltos, y todo porque la alcaldesa no sabía por dónde iba VOX. Danos paciencia, Señor.

Raúl Suevos

A 7 de octubre de 2023

Traducción en asturiano en abellugunelcamin.blogspot.com

Comments

Popular posts from this blog

Lo han vuelto a hacer

En el solar zaragozano

Asco y vergüenza en Marsella