El virus está dentro, disparad sobre nosotros
Quizás resulte un tanto dramático apelar a los defensores del
Simancas para hablar del coronavirus pero las noticias del día me lo han traído
a la memoria. Hoy el virus nos ha dado nuestro paciente cero, es decir, un
infectado que no tiene relación con ningún país de riesgo ni tampoco con nadie
que venga de allá; para hacer la situación más potencialmente dañina el
interesado ha sido tratado durante varios días en un hospital de Sevilla como
si de una neumonía normal se tratase, es decir, estamos ante la misma situación
del primer paciente italiano, transmitiendo el virus a todo el equipo médico y
familiares sin ningún tipo de prevención. Lo probable es que en días aparezcan
nuevos casos como níscalos en el valle de Roncal en un otoño húmedo.
El enemigo está dentro, ya no es el hombre del saco a la
puerta, y, como en el caso del acorazado Cervera, nadie parece haber creído en
los avisos y ahora puede ser ya demasiado tarde. Los expertos de la
Organización mundial de la salud dicen, también hoy, que en China la epidemia
empieza a ser contenida gracias a las draconianas medidas que ha tomado allí el
gobierno, algo bueno habían de tener los gobiernos dictatoriales, pero que les
preocupa constatar que, en cambio, en occidente no parece que la reacción sea
contundente. De hecho las redes sociales, añado yo, parece que se toman a
chacota las pocas medidas que en Italia se ha tomado, por exageradas, aunque
los Erasmus españoles –los únicos- les ha faltado tiempo para salir tarifando
de la Lombardía.
Si los tiempos de incubación son correctos preveo una Semana
Santa muy tranquila e igualmente la Feria de Abril. No alcanzo a imaginar a los
cofrades tosiendo bajo los Pasos, pero en fin, ojala que esto sea solo la
visión de un agorero. Por el lado positivo se nos apuntan dos elementos, ambos
requieren tiempo, el primero un compuesto existente en el mercado, cloraquina,
que parece que empieza a funcionar en China y que si se confirma no tardará en
ser utilizado de forma generalizada en todos los sistemas hospitalarios
lidiando con la pandemia; el segundo es el clima, pues dicen algunos virólogos que
los virus respiratorios decaen con el clima caluroso y que se espera que eso
también afecte al coronavirus. Veremos.
Mientras tanto, y pese a que el doctor Sánchez dice que
nuestro sistema sanitario está perfectamente preparado para lidiar con la
situación, en las farmacias, y en las ferreterías también, se han quedado sin
mascarillas y sin desinfectante para manos. ¿Es posible que el personal no
confíe en el señor presidente? En Italia han agotado las existencias de pasta
en todo el Milanesado pero nosotros ¿Qué haremos? ¿Fabes? ¿Garbanzos? ¿Patatas?
¡Dios¡ Qué complicado. El gobierno debería dar instrucciones de compra, que
esto no es Italia, carajo.
Raúl Suevos
A 26 de febrero de 2020
Versión en asturiano en abellugunelcamin.blogspot.com
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