De Bello Ucraino

 

 

Los chicos de las nuevas generaciones, en el campo del conocimiento, están cada vez más huérfanos de elementos que, en mi opinión, complementan, e incluso soportan, lo que será su personalidad de adultos. La pauperización, de nuevo según mi personal criterio, de los planes de estudio no parece una buena premisa que conduzca a grandes realizaciones. Ye lo que hay.

El latín era una asignatura clave en mi época, y la traducción de De Bello Gallico, la gran obra de Julio Cesar, solía traernos de cabeza, con resultados tan chuscos como aquel inolvidable “Cesar de una ostia mandó los soldados al puerto”, en lugar del correcto “Cesar envió los soldados al puerto de Ostia”. Pero, al final, quedaban algunas ideas, como el poso de la sidra en el fondo de la botella, y así aún recuerdo lo sucedido en el cerco de Alesia.

Allí Cesar, con sus legionarios, llevó a cabo una increíble obra de ingeniería. Construyó un muro en torno al opidum galo que impedía las salidas de los hombres de Vercingetorix, y también su abastecimiento desde el exterior, lo que debería llevar a la rendición por hambre. Pero fue más allá, se percató de que podía ser atacado por otras tribus galas desde la retaguardia, así que construyó otro muro entorno al primero. Esto sería la clave de su victoria final cuando los galos contraatacaron. Después vendría el paso del Rubicón, pero eso es otra historia.

Estos días asistimos, desde casa, al intento de las fuerzas rusas para cercar la ciudad de Kiev, capital de Ucrania, y aparente objetivo principal de la invasión. Una operación que está costando más tiempo del que cabía esperar al inicio de las operaciones y que está poniendo en evidencia las carencias de todo tipo en la máquina de guerra de Putin. Pero todo hace pensar que es una cuestión de tiempo y que, al final, lograran cerrar el cerco sobre la ciudad.

Una vez cerrada la trampa parece lógico pensar que seguirá una larga y tremenda preparación artillera con todo lo que hayan podido acumular en sus posiciones. Seguirá el asalto de la infantería en un largo e incierto combate en población que nunca es fácil y sí muy costoso en bajas para el atacante; pero es aquí cuando me vienen a la memoria los “Comentarios” de Cesar y no puedo dejar de pensar que, hasta ahora, las fuerzas ucranianas vienen desempeñándose muy bien en pequeños combates en la retaguardia y vías logísticas de los rusos.

¿Habrá leído alguien allí De Bello Gallico? Quizás la enseñanza en este caso sea más necesaria para los rusos pues los ucranianos tienen fama adquirida de antiguo en la guerra irregular y de guerrillas.

Raúl Suevos

A 13 de marzo de 2022