La ingenuidad del ciudadano

 

Sánchez se pliega a Marruecos y acepta una autonomía para el Sáhara  Occidental | Público

Esperaba yo que hoy nuestro presidente nos iluminase sobre la que ha sido, según dice la mayoría de analistas, la noticia más importante de los últimos años en lo que toca a la geopolítica de nuestro país. El abandono del respaldo a las justas, creo yo, reivindicaciones saharauis y el referéndum sobre su futuro reclamado por las NNUU.

Mis esperanzas se acrecentaron ayer ante la penosa intervención del ministro de exteriores en el Senado, en la que, entre invocaciones a esas inoperantes NNUU, dejó a las señorías allí sentadas tan in albis como antes de entrar al solemne recinto. Será que quiere dejar al presidente lucirse en el Congreso, pensé yo. Pero no, hoy no ha habido lucimiento sino más bien escape hacia adelante, o hacia ninguna parte. Quizás espere que los camioneros le ayuden a echar el balón fuera del campo, aunque el precio lo paguemos nosotros.

Yo me confieso estupefacto desde el primer momento. Desde que el reyezuelo marroquí –reyezuelo por su catadura moral, típica de siglos pasados- hizo pública parte de la carta enviada por nuestro actual gobernante. Me sorprendió tanto que di por hecho que tras ella había una extraordinaria jugada política, al fin y al cabo, don Pedro, pasa por ser un maestro de las maniobras sorprendentes. Von der Leyen había estado en Madrid una semana antes; varios ministros habían visitado Argelia en los últimos tiempos, también Rabat; estaba claro, nos encontrábamos ante una operación a varias bandas en la que el gas, tan necesario siempre, pero más ahora que a Putin se le ha ido la olla, jugaba un papel principal, y nosotros seríamos los mayores beneficiarios. Gran jugada del antiguo baloncestista, bajo el tablero y rodeado de duros defensas; a costa, eso sí, de las esperanzas saharauis.

La retirada casi inmediata del embajador argelino me hizo bajar de mi ensoñación rápidamente. El retorno, a continuación, de la embajadora marroquí me dio señal de que el ganador era Mohamed. Los comentarios de Bruselas sobre la falta de financiación para un hipotético gasoducto hacia Europa me alarmaron ulteriormente. Y ya, la cascada de declaraciones negativas de todo el arco parlamentario, me confirmó que no era una jugada maestra sino más bien una zambullida en la piscina del Magreb, sin haber medido adecuadamente la cantidad de agua que en ella había. Vaya trompazo que nos vamos a dar.

Nuestra privilegiada relación gasística con Argelia parece acabada, con la que está cayendo. La inestabilidad de nuestro inestable gobierno aumentada, con la que está cayendo. Nuestra frontera sur, como siempre, en manos de Marruecos, con la que está cayendo. Una jugada sin parangón de nuestro gran presidente, solo apta para ingenuos.

Raúl Suevos

A 23 de marzo de 2022

Comments

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  2. Y no estará Kamala y Biden, detrás de esto? ¿Que interés estratégico tiene para USA este plantón a la historia?

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    1. Hay quien especula con la posibilidad de una república saharaui proclive a Argelia, que a su vez lo es a Rusia, lo que les daría a estos la posibilidad de una salida atlántica. Me parece un poco alambicado, pero es una posibilidad y, en ese caso, los USA estarían claramente por apoyar a Marruecos y solucionar el conflicto a su favor. Quién sabe.

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