Santa Jabalina, patrona de Ucrania

 

No la busquen, pues no existe tal santa. La historia viene a cuento del poder que los conocidos como memes; una palabra desde que la RAE la recoge como tal, que procede del inglés y que se refiere a las imágenes graciosas o caricaturescas que se diseñan con la finalidad de su propagación a través de internet; y que, en el caso que nos ocupa, responde a la afortunada idea de un publicista que puso en los brazos de una imagen de la Virgen María uno de esos misiles de fabricación norteamericana que han logrado frenar inicialmente, y después revertir, la invasión rusa de Ucrania.

La imagen es ya mundialmente conocida y sirve para apoyar una campaña de recogida de fondos para distintas iniciativas en Ucrania, y ya cuenta con varios millones de euros en sus cuentas. Todo es bueno si sirve a la causa principal, el rechazo de la invasión, pero no deja de ser curioso que, al menos en esta fase de la guerra, estén ganando la contienda sicológica de forma abrumadora los ucranianos; especialmente si tenemos en cuenta que en 2014 fueron los rusos los que, pese a lo grosero del despliegue “camuflado” de sus fuerzas en el Dombás –recuerden el derribo del avión de KLM y asesinato de sus pasajeros- lograron vencer de forma manifiesta la batalla de la información pública.

No cabe duda que contar con un presidente que procede profesionalmente del mundo de la comedia y la televisión es un punto de ventaja a la hora de comunicar; y el señor Zelensky lo lleva haciendo de forma magistral desde antes incluso del 24 de febrero, inicio de la invasión, pero es igualmente indudable que detrás de él, en las estructuras oficiales y en las redes civiles también, existe un tejido comunicativo que, de forma aparentemente espontánea –cuando todo acabe ya sabremos más- está logrando oscurecer hasta casi su desaparición a las hasta hace muy poco poderosas, y para muchos temibles, granjas de trolls afincadas en el territorio ruso y trabajando en beneficio de las políticas del presidente Putin.

Las imágenes del granjero ucraniano remolcando con su tractor un carro de combate abandonado por los rusos en la fase inicial de la invasión fueron un aperitivo de lo que vendría, y la imagen impactante de Santa Jabalina no es más que el colofón –hasta ahora- de lo que parece una gran campaña de comunicación pública por parte de Kiev en la que el control cuidado y medido de a dónde y cuándo pueden desplazarse los periodistas que cubren la guerra, y las intervenciones del presidente Zelensky en las Cortes de medio mundo, componen parte del entramado de una bóveda que bien merece tener como clave la victoria de sus Fuerzas armadas.

Raúl Suevos

A 5 de junio de 2022

Traducción en asturiano en abellugunelcamin.blogspot.com

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