De nuevo de uniforme


Hacía ya unos años que no vestía el uniforme, casi siete, exactamente desde que me despedí en mi último destino en el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, pero ayer era una jornada especial y me decidí a desempolvarlo desde el último rincón del armario.

Me entregaban el premio al mejor artículo de la Revista Ejército del pasado año en un acto presidido por el Jefe del Ejército, General Amador Enseñat, en la sede del Cuartel General, Palacio de Buenavista de Madrid. Todo un enunciado esto de la parte ceremonial o protocolaria del asunto, después sigue la parte emocional, de gestión más sometida a las percepciones.

En el café con pastas previo al acto, señalado para las diez de una de las primeras mañanas de fresco otoñal, me noté menos suelto de lo que me recordaba en este tipo de actos institucionales cuando estaba en activo, y ello pese a que el uniforme sigue ajustándose tan bien como entonces, y también a pesar de contar con el calor de la compañía de mi familia y uno de mis mejores amigos. Y es que la seriedad del entorno militar y su liturgia de cortesía y gestos perfectamente ajustados puede llegar a intimidar, incluso a los que como yo hemos pasado más de media vida en la Institución, y particularmente algunos años en el propio Cuartel General.

Del acto formal, media hora más tarde, me quedo con la conversación al finalizar el mismo, con el Jefe del Ejército, tres promociones posteriores a la que yo pertenezco, con quien coincidí varias veces a lo largo de nuestra vida militar y que me acogió con un sorprendente “Hola Raúl, te acuerdas de mí?”, detalle de humildad  que da cuenta de la talla de la persona que se encuentra al mando del Ejército.

Al tomar el estrado para hablar en nombre de los premiados debo reconocer un leve y transitorio temblor de piernas, que no achaco a la imponente presencia del uniformado público sino a la frialdad de la sala, sin calefacción por las medidas de austeridad vigentes, y que desapareció una vez leídas las primeras frases del discurso.

Del resto queda el saludo con un par de viejos compañeros de destino en el Eurocuerpo, hoy generales de división; ignoro si con aún recorrido militar pero a los que siempre es un placer saludar. También la noticia de que se trabaja en la modificación del plan de estudios de nuestra Academia General con vista a su mejora y adaptación a los tiempos actuales, necesidad que viene impuesta por los avances que se observan en los modernos campos de batalla.

Tras las correspondientes despedidas aún quedó tiempo para retratarse en el patio de estatuas del Palacio ante la del inmarcesible Hernán Cortés, protagonista del artículo premiado como figura histórica y como escritor.

Y ahora a seguir escribiendo.

Raúl Suevos

En Madrid a 17 de noviembre de 2022


https://www.academia.edu/60872186/Las_Cartas_relaci%C3%B3n_de_la_Conquista_de_M%C3%A9jico 


Traducción en asturiano en abellugunelcamin.blogspot.com


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