El Dragón asturiano no echa fuego

 

¿Cuántas veces hemos oído hablar o leído sobre el proyecto más importante del Ejército Español de los últimos decenios? El famoso Dragón, el vehículo de combate para Infantería 8x8; un vehículo sobre ruedas con una imponente torre de factura española y dotada con un poderoso cañón de 30 mm. ¿Dónde está el proyecto actualmente?

No es baladí la pregunta, no sólo para el ministerio de Defensa, que desde el 2019, cuando se inicia el proyecto ha podido ver como el mundo, el de los ejércitos, ha ido evolucionando sin que el Dragón, no ya volase, sino que, nacido sin alas, apenas parece que tenga dientes; al menos por las noticias que van llegando. Y si al Ejército debe preocuparle el asunto, qué decir de la región asturiana, que bajo las siempre amables palabras de su presidente, ve como su antaño potente base industrial se reduce irremediablemente, con lo que ello significa para el empleo actual, y las pensiones de mañana.

El Dragón no carbura, según dicen, y algo debe haber cuándo el coronel jefe del proyecto se ha ido para su casa, al parecer dimitido, aunque, quién sabe, puede que sólo sea cosa de la edad. Pero se ha ido, cuando los retrasos en el calendario proyectado se hacen insoportables, y las multas del ministerio, junto con el cabreo de la señora ministra, aumentan, sin que los de Tess Defensa, el consorcio formado por Santa Bárbara, Indra, Sapa y Escribano consiga salir del quilombo industrial en el que se han metido.

En Asturias, quiero pensar, el asunto se mira con aprensión, pues el proyecto es, era, el más potente de los que actualmente se desarrollan en la región. Un rayo de luz para un Principado cada día más acostumbrado a su declive lento e imparable, con sólo algún destello, como las noticias que llegan a Gijón sobre la Universidad Europea. Nada que ver con los 40 mil millones comprometidos por inversores exteriores en Aragón, por poner un ejemplo.

Tiempos duros para los dragones, que parecían haber remontado el vuelo con el éxito de aquella serie, Juego de Tronos, pero que, en el caso asturiano, parecen llegar demasiado tarde, especialmente para esa infantería que, como muestran las noticias que vienen de Ucrania, se encuentra inerme ante el acoso de los drones, que aparentan cebarse especialmente en los vehículos de combate como el Dragón. Ye lo que hay.

Tiempos de zozobra en la industria asturiana con esos retrasos e indefiniciones, que ponen en alerta a la Defensa nacional y al mercado de trabajo regional sin que, por el momento, nadie, en la empresa y las instituciones, tome alguna determinación.

Raúl Suevos

A 18 de diciembre de 2024.

Traducción en llingua asturiana en abellugunelcamin.blogspot.com

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