Atención a Meloni
Nunca he entendido por qué, en general, se mira a Italia con
una cierta altivez desde este lado de la orilla mediterránea. Falto de los
necesarios estudios sociológicos me inclino a pensar que en ello subyace algún
atavismo nuestro, de cuando los Tercios campaban a lo largo y ancho de la Bota,
desde Sicilia al Milanesado, pasando por la Campania, Toscana y la Liguria. Ye
lo que hay.
El caso es que no hay motivo real para esa subestima, al
contrario, Italia, país fundador de la Unión que hoy conocemos, y pese a todo
disfrutamos, perdedor de dos Guerras mundiales, supo salir de ellas con los
vencedores, y “disfrutar” una admirable última posguerra que la llevó a ser una
de las campeonas del resurgir europeo, en todos los sentidos; también a crear
una república, de alambicados resortes según la tradición florentina, que, pese
a todo, ahí sigue, para admiración y referente de todos.
Estos últimos días tuvimos noticia de un hecho, cinco
encadenados, con poca resonancia en nuestro país pero que nos señala el peso
actual, y lo que es más importante, futuro, de la señora Meloni. Empezó el
sainete con la detención en Roma, a petición yanqui, de un ingeniero iraní
buscado en los USA; a ello contestaron los ayatolas con la detención y
encarcelamiento de una joven periodista italiana; siguió unos días más tarde la
visita sorpresa a Mar-a-Lago, la residencia del nuevo Cesar en Florida, por
parte de Giorgia; el siguiente capítulo fue la liberación de la periodista, con
tanto de recibimiento e imágenes exultantes en Italia; acabando la historia con
la suelta del iraní sin que los yanquis protestasen ¿Lo pillan?
Meloni es en esta momento el líder europeo con mayor
capacidad de interlocución global, en el Mediterráneo muy por encima de la
deprimida Francia, la desaparecida Gran Bretaña, o la arrodillada España; en
Hispanoamérica con el emergente Milei; con los países árabes no tiene problema;
su antieuropeísmo electoral hace tiempo que es historia y hoy “su” Italia
brilla por encima de un eje franco-alemán en horas bajas, bajísimas tomados
ambos individualmente. Su “frágil” gobierno tripartito parece aguantar contra
vientos, predicciones agoreras y encuestas sospechosas.
El próximo lunes, probablemente, estará presente en
Washington como invitada personal de Donald Trump, detalle anecdótico pero
importante, y, en el enfrentamiento arancelario con el que viene amenazando el
nuevo mandatario, también en el enfoque sobre la invasión rusa en Ucrania,
puede que ella sea el único interlocutor de peso con el que cuente Europa, con
crujir de dientes de algunos.
Por cierto ¿se acuerdan ustedes de aquellos dos infelices
vascos detenidos por Maduro? Podemos enviar a Aldama a solucionarlo, o
preguntar a Meloni cómo se hace. Pues eso.
Raúl Suevos
A 14 de enero de 2025
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