El Barça y España
Confieso de entrada mi ínfimo interés por el deporte del futbol, aunque al tiempo reconozco que ya hace mucho tiempo que comprendí que la ignorancia en asunto tal me dejaba fuera de gran parte de las conversaciones desarrolladas por varones españoles. Ahora, tiempo en que la mujer también ha entrado en tal contubernio, parece que las cosas del país siguen más o menos igual; futbol y política, no hay más. Con esas premisas sigo la actualidad del futbol con cierto distanciamiento que me permite escapar de las pasiones que ello suscita; y con la política intento, seguramente con menos éxito, seguir la misma conducta. De ahí que las vicisitudes del Barça me interesen vivamente y observo que, desde la primera presidencia del señor Laporta, las cosas van de mal en peor en esa casa, casi a la par que la política catalana, con presidentes encarcelados o imputados, intervenciones intempestivas de los mozos de escuadra, y, lógicamente, una actuación cada vez más deficiente del equipo de futb