Pablo prepara las maletas
Está siendo esta una semana de mucha violencia verbal, afortunadamente la otra, la tradicional, parece adormecida por el momento aunque si las noticias económicas, Alcoa, Nissan, siguen produciéndose tampoco hay que descartar que lleguen a sobrepasar la cobertura del coronavirus. El verbo explosivo ha corrido a cargo del señor vicepresidente del gobierno, el doctor Sánchez no está para el navajeo tabernario aunque este se produzca en sede parlamentaria. El líder de Podemos ha estado especialmente beligerante después de las tarascadas recibidas por su “desaparición” en la responsabilidad, por él reclamada, en la gestión de las residencias de ancianos. Había que contraatacar. Ayer en el Congreso no estuvo especialmente brillante con sus recurrentes referencias al marquesado de la señora Álvarez de Toledo, que recordaban a los repetitivos insultos de las clases de los niños de parvulario. La respuesta, medida aunque algunos piensen otra cosa, llevaba una carga explosiva muy superior