El porfiriato de Putin
La palabra Porfiriato es probable que deje impertérritos a muchos de quienes la oigan, o lean, puesto que sirve sólo para describir un periodo histórico del joven estado mejicano, nacido, como el resto de repúblicas hispanoamericanas, como consecuencia sobrevenida de la invasión napoleónica en España y la subsiguiente vacancia, seguida de usurpación, del trono español. El Méjico independiente nació, como sus hermanas, marcado por la inestabilidad política, y tras dos emperadores fusilados, y el mandato de Benito Juárez, sin olvidar los once periodos de gobierno del inefable don Antonio López de Santa Anna, alcanzaría el poder el general don Porfirio Díaz, todo un “espadón” al mejor estilo de los españoles del siglo XIX, que detentaría el poder en Méjico, en total, durante más de treinta años; de 1884 a 1911 como periodo final antes de exilarse en París. El Porfiriato fue un periodo de paz, paz vigilada pero paz, que sirvió para dar un gran impulso económico al país, aunque lo h