Asco y vergüenza en Marsella
Es Marsella una ciudad particular, bellísima con todo su sabor portuario mediterráneo, añejado durante miles de años, cuenta hoy con una de las mayores poblaciones de origen norteafricano de toda Francia, árabes, les dicen allí para evitar decirles moros, palabra que existe en francés pero se considera políticamente incorrecta. Ye lo que hay. El equipo de futbol, el Olimpique, es uno de los clásicos del país, pero tiene una afición insoportable, tanto que Marcelino, el excelente entrenador gijonés, los dejó tirados no hace mucho, harto de las presiones inaceptables de unos seguidores catalogados como los más violentos del país. Este domingo jugaba el Lyon y le reventaron a pedradas las lunas del autobús a su llegada, y al entrenador la cara con una lata de cerveza, llena. Un desafuero que llevó a la suspensión del partido previsto y a que l’Equipe, el periódico deportivo parisino llenase su primera página con un enorme “Asco y vergüenza” que no deja duda alguna sobre los sentimie