¿Hacía dónde vamos?
El pasado día 12 asistimos como invitados a los actos de la
Patrona de la Guardia Civil en Gijón. Al lado nuestro se sentaba la madre de
Irene Fernández, la joven guardia civil asesinada en Sallent por ETA hace ya 23
años, con la que, aparte de los saludos de cortesía, no intentamos
confraternizar en absoluto, y no lo hicimos por falta de empatía, sino por todo
lo contrario, porque nos sentíamos totalmente incapaces de sostenerle la
mirada, un día antes de que el presidente del gobierno se reuniese con los
representantes de Bildu, en una representación de ignominia institucional que
no hace mucho parecía imposible de alcanzar.
Son tiempos duros para la familia de la Guardia Civil, y para
cualquier español con un mínimo sentido de vergüenza nacional. Son días en los
que el portavoz socialista, Pachi López, encargado de defender lo indefendible,
aparece con frecuencia en la pantalla del televisor, y, cada vez, no puedo
evitar acordarme de Pilar Ruiz, la madre de Pagazaurtundua, socialista
asesinado por ETA, que ya hace unos cuantos años, con ocasión del primer
acercamiento de los socialistas vascos al mundo filoetarra, le escribió al
ínclito portavoz, “Pachi, dirás y harás muchas más cosas que me helarán la
sangre”, palabras que, al ser previsibles, no alcanzan el adjetivo de
proféticas. Ye lo que hay.
Son días de zozobra para gran parte de la generación que
sufrió la vesania de los terroristas vascos, que ahora ve como el sacrificio
vital de tanta gente de bien va a resultar vano por el simple interés de la
mercadotecnia política, que convierte en imprescindibles los votos de los herederos
de los terroristas de las Vascongadas y de los golpistas en Cataluña. Un
oprobio que pasa desapercibido para mucho integrante de las nuevas
generaciones, fruto de un sistema educativo que ha abandonado los valores y
principios de siempre por un conglomerado de ideas woke que no conducen a
ninguna parte y, en cambio, trivializan lo que fue la Transición y la lucha
antiterrorista.
Son jornadas complicadas que, creo, ni el mismo protagonista,
el doctor Sánchez, tiene muy claro hacía donde pueden conducirnos, pues su
actuar más se parece a una huida hacia adelante que a un plan diseñado, y todo
lleva a pensar que sólo se trata de
mantener el poder a toda costa, aunque el precio sea la misma España, al menos
tal como se la conoce desde hace unos cientos de años.
La reciente aparición en un medio radiofónico del
expresidente Zapatero, pretendiendo hacer comulgar ruedas de molino a la
audiencia es un detalle más de aquellas palabras que la madre de Pagaza
auguraba a Pachi López. Vendrán más. Ya lo verán.
Raúl Suevos
A 18 de octubre de 2023
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