Méjico, el hijo que reniega del padre
En una esquina de la avenida 20 de Noviembre, cerca ya del Zócalo de la capital mejicana, se encuentra un edificio gris, sin personalidad, sin grandes detalles que anuncien su condición hospitalaria. En un lateral la puerta de acceso; hay que entrar con decisión, sin preguntar, no se admiten turistas, al fondo el pasillo se abre y nos encontramos en un patio claustral con dos pisos con arcadas sostenida s por esbeltas columnas , puro estilo colonial , en el centro el jardín con su fuente y en las paredes de los corredores, en paneles pintados al óleo , encontramos la historia del Hospital de Jesús, fundado por Hernán Cortés en 1524. Sí, en 1524, y aún en funcionamiento. Al lado del hospital se encuentra la iglesia de Jesús Nazareno, al fondo, a la izquierda del altar, en alto, puede verse la placa que da cuenta de que allí se encuentran los restos del padre de Méjico. Y menos mal, la historia de estos restos da para una buena novela, un novela de ingratitud, por supuesto.