60 años de Revolución en Cuba

60 años de “Revolución” en Cuba

El uno de enero de 1959 llegaban los “barbudos”-era así como llamaban a los guerrilleros que hacía unos años combatían el régimen de Batista desde la Sierra Madre- a la ciudad de La Habana, capital de Cuba. Fue un estallido de alegría espontánea, y no era para menos pues suponía el fin de una dictadura salvaje y homicida.

Unos días más tarde, con la llegada de Fidel Castro a la capital, y aún en medio de la alegría, se celebró un desfile en el Malecón habanero con Fidel y los comandantes de la Revolución en la cabeza de la manifestación. Batista había huido durante la noche vieja –lo cuenta muy bien Coppola en el Padrino- y, después de pasar por Dominicana y Portugal, moriría en Marbella en 1973.

Batista había alcanzado el poder gracias a la Revuelta de los sargentos en el 33 -el era sargento mecanógrafo- más tarde fue presidente tras ganar elecciones y después dictador, ya auto-ascendido a general, con un golpe que derribó al gobierno de PríoSocarrás en el 52. Este periodo final se caracterizó por la corrupción política, el crimen organizado y los asesinatos de disidentes. Un año más tarde Fidel intenta el asalto al cuartel de Moncada en Santiago de Cuba, con resultados desastrosos.

Después de pasar por la cárcel, Fidel, Raúl y unos pocos allegados, se autoexilian en México de donde van a volver en el Granma en el mes de diciembre de 1956 para empezar la lucha contra el régimen desde la Sierra Madre y también en las ciudades. Esta lucha, en inferioridad de condiciones, contó con la fortuna de los elegidos por el destino y también cola absoluta ineficacia de un ejército desmoralizado.

Los primeros tiempos de la Revolución fueron desenfrenados en el cambio social y enla persecución de enemigos políticos, con fusilamientos de dudosa legalidad incluidos a cargo del Che Guevara en la Fortaleza de la Cabaña. Fidel aún tenía el apoyo de lamayoría, y los que no empezaban a marchar para los USA. Éstos entamaron a colocarle trabas económicas a las que Fidel respondió con la nacionalización de las empresas americanas, después serían todas las empresas, todas. Para entonces ya se había declarado socialista, después de negarlo durante años.

Para abril del 61 le montaron los USA una invasión con exilados cubanos en Bahía Cochinos, que fracasó gracias a la dirección cubana del “gallego” Fernández, hijo de ovetenses, y a la indecisión de Kennedy. De ahí se echó en los brazos de los soviéticos –no le quedaba otra- lo que iba a conducir a la Crisis de los misiles para octubre del 62. Después vendrían años de colaboración con Moscú, intervenciones del ejército cubanoen África  a nombre de los rusos, y apoyo e impulso de guerrillas –en el 67 morirá el Che en Bolivia- y revoluciones en toda Iberoámerica y otras partes del mundo. Años de gloria para Fidel que, además, con los caudales que llegaban de los rusos podíapresumir de sanidad, educación y deportes; en aquella época no había lio en el que no se inmiscuyese.  

Todo parecía ir bien, a pesar del Bloqueo, pero para el 89 va a caer el Muro de Berlín y con él el sistema soviético. Los caudales que venían de Moscú ya no llegan y el PIB  caerá un 30%, es lo que Fidel llama el Periodo Especial, periodo de hambre y epidemias de ceguera debidas a la falta de vitaminas, periodo de huidas masivas de cubanos para donde sea que les abran la puerta, cualquier sitio es bueno con tal de no quedar en Cuba. Sigue el Bloqueo.

Con Chávez en el poder en Venezuela vuelve a lucir el sol para Fidel y los caudales comienzan a entrar otra vez en el país lo que le da un respiro al régimen. Estamos en 1999 y Cuba comienza a enviar médicos y técnicos por el mundo en lugar del ejército; a Venezuela también militares. Es lo que llaman “venta de servicios exteriores” en el presupuesto nacional y que importa un tercio del mismo, a costa de dejar de la mano la sanidad y la educación cubanas. El sistema aguanta, apenes, pero aguanta.

Para el 2006 Fidel enferma gravemente y tiene que retirarse del poder, se transforma en “soldado de las ideas” según sus propias palabras y Raúl pasa a tomar el mando que inicia con medidas cosméticas, acceso de los cubanos a la telefonía móvil y tambiénpermiso para entrar en los hoteles que hasta entonces eran solo para extranjeros. El sistema aguanta con los caudales de los médicos, las remesas de los emigrados y el turismo, pero no funciona y a Raúl le preocupa la caída o desaparición de Chávez quemorirá en marzo de 2013 así que, para el 2011, previsor él, promulga los “Lineamientos para la actualización del modelo económico”, nombre pomposo tras el que se esconde un paquete de medidas que liberan el trabajo en una serie de actividades, trabajo autónomo que allí llaman “cuentapropistas” y que le va a servir para reducir la nómina del estado.

Además de esto Raúl va desarrollar una reforma agraria, pobre de objetivos y además entorpecida por los funcionarios del Partido comunista cubano, que no va a funcionar. También cambia la ley de la propiedad y la de emigración para facilitar el ingreso de capital e inversores extranjeros, que tampoco funciona. Mientras tanto, Obama primero abre la mano pensando en su imagen en Iberoamérica, para después cerrarla eliminando la ley de ajuste cubano que les permitía entrar en los USA y el programa Parole para la huida de los médicos cubanos en el extranjero. Después Trump vino a rematar la tareacon el endurecimiento de las medidas para viajar a Cuba los norteamericanos. En Cuba las dificultades para salir adelante para el cubano de a pie son cada día mayores y el mejor indicador es el número creciente de cubanos que, a pesar de Trump, cogen cada día las balsas para escapar del país.

Este año, ya con un presidente del Consejo, Díaz Canel, nombrado por Raúl, se han metido con una Reforma Constitucional, ya aprobada en la Asamblea y pendiente dereferéndum para el próximo 24 de febrero, que mantiene el sistema de partido único y un sistema electoral con voto non libre, dirigido, como ahora. Es decir, una reforma cosmética que no cambia nada.

Ayer en Santiago de Cuba, con una puesta en escena muy estudiada, Raúl leyó un discurso delante de una audiencia de fieles, con el mausoleo de José Martí detrás de él y el de Mariana Grajales –madre de los Maceo y madre de la patria cubana- y el de Fidel a los lados. El discurso celebraba los éxitos de la Revolución en estos 60 años –éxitos discutibles cuanto menos- y también aprovechaba para pedirles a los cubanos que ahorrasen en estos tiempos de crisis –Cuba pasa por problemas para pagar a sus proveedores-, de paso le daba su visto bueno al desempeño de Díaz Canel, allí presente, lo que valía para recordarles a todos que es él el que tiene la última palabra.

Los aplausos que de vez en cuando surgían en la audiencia de fieles no parecían muyexplosivos, ni siquiera calurosos; el propio Raúl parecía agotado, como el régimen, y observando las imágenes uno no podía menos que pensar que ya falta poco para que los cubanos, por fin, puedan alcanzar la libertad sin tener que escapar de su país.

Raúl Suevos

A 2 de enero de 2019

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