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Showing posts from April, 2020

Atenas, la peste y Pericles

En el año 431 antes de Cristo Atenas se encontraba en su segundo año de la Guerra del Peloponeso con los espartanos. El año anterior, Pericles, el dirigente ateniense, había convencido a sus conciudadanos para no aceptar las condiciones espartanas para una paz deshonrosa. La ciudad se había recuperado y reconstruido después de las destrucciones de los persas y apuntaba a mayores logros como potencia marítima. Con la guerra llegaron las primeras muertes lo que dio lugar a que Pericles pronunciara la famosa Oración fúnebre en la que describe con tal nitidez y profundidad el concepto de democracia que hoy se sigue estudiando en las facultades de Ciencias Políticas. La presión espartana llevó a miles de personas a refugiarse en la ciudad y con el buen tiempo estalló la peste dentro de los muros. Cuenta Tucidides, que fue uno de los contagiados, que se inició en Etiopia, aunque teniendo en cuenta los tráficos marítimos de entonces es probable que hubiese llegado en barco desde orien

Ceriñola

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Hoy 28 de abril se cumplen quinientos y pico años de la batalla de Ceriñola y, posiblemente, de la entrada en la historia militar universal de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, aunque si se busca la referencia en los grandes tratadistas anglosajones poca alusión se encuentra; supongo que se debe a que la mayoría son unos hijos de la Gran Bretaña y a que ellos llevan escribiendo la historia durante los últimos doscientos años, quizá más. Ceriñola representa un cambio fulminante en el paradigma militar, el fin de la caballería pesada y noble, del arte militar francés, por la humilde infantería de los tercios españoles. Esto duraría hasta Rocroi, cuando los franceses nos dieron para el pelo ciento cincuenta años más tarde. Pero esa es otra historia. Los franceses, que señoreaban la Campania y Nápoles, habían roto el pacto firmado por las coronas respectivas y el Gran Capitán, en inferioridad, tuvo que espabilarse y en rapidísimo movimiento ocupó la villa, a continuaci

¿Cómo nos ven?

Lograr una idea de nuestra propia imagen es siempre una tarea de gran dificultad. En general somos demasiado duros o insufriblemente narcisistas con lo que vemos en el espejo, es difícil juzgarnos con objetividad; supongo que es natural. Una solución es buscar la imagen que los “otros” tienen de nosotros y esto, cuando se consigue, hay que leerlo también con cuidado pues su percepción vendrá tamizada por la mayor simpatía o aversión hacia nosotros. Una solución es encontrar el parecer de alguien alejado, alguien a quien se le pueda suponer una buena dosis de objetividad. En política sucede algo parecido. En clave nacional es poco menos que imposible encontrar opiniones que no estén sometidas a la tiranía de la ideología. En los tiempos de aflicción que sufrimos en España esto se puede observar especialmente. Las últimas elecciones nos dejaron un panorama político terriblemente fragmentado y polarizado que dio como resultado el primer gobierno sociocomunista desde los años de la Guer

Trata de batas blancas en La Habana

En los tiempos del preconfinamiento -la era cristiana ya está obsoleta- si un turista se ponía enfermo en La Habana tenía a su disposición la clínica Cira García; perteneciente al gobierno, como todo allí, funcionaba en régimen de estricto pago en metálico o con tarjeta, si no había seguridad de pago no había tratamiento. Era una auténtica máquina de hacer dinero pero sus sanitarios, médicos y enfermeras, pertenecían al Sistema Nacional de sanidad y, por lo tanto, cobraban lo mismo que el resto de sus colegas en Cuba, es decir, unos 18 dólares   mensuales en el 2011 y unos 30 hoy. Algún cirujano conocí que completaba las necesidades familiares trabajando el turno nocturno de alguna paladar, los restaurantes familiares de tanto éxito allí. La medicina cubana, junto con la enseñanza, son las dos joyas de la revolución cubana pero ambas, desde el 89 cuando cae el Muro de Berlín, están en franca decadencia. Los enseñantes hace tiempo que mercadean con los exámenes y los médicos empezaro

Tarde de toros en Gijón

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Siempre me han gustado los toros, desde pequeño, desde que mi padre me llevaba durante la feria de Begoña. Me gustaba aunque no entendía casi nada, solo recuerdo las discusiones que se montaban entre los amigos de mi padre, entre nubes de humo de puros. Apenas me quedan unas imágenes vagas de el Cordobés, Palomo Linares y curiosamente del Platanito, al que conocí hace unos meses en el Pardo vendiendo lotería y con un humor a prueba de cualquier contingencia. En los últimos años he ido a los toros cuando se ha cruzado la ocasión. Me gusta el toro, el animal, al que considero como algo totémico, como muchos españoles creo, lleno de fuerza, con una estética que supera a la de cualquier otro animal y que, con el lince ibérico, es probable que represente la esencia de la naturaleza animal de la península ibérica. Sin olvidar al oso pardo asturiano, claro. Hay más cosas en la Corrida aparte del toro, empezando por el torero, sin el que no es comprensible la fiesta. Entre los dos conf

Mister Wolf

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El señor Wolf era un breve e inolvidable personaje que interpretaba Harvey Keitel en la imperecedera Pulp Fictión. Su cometido consistía en arreglar los desaguisados, por llamarlos de alguna manera, que protagonizaban los sicarios mafiosos en su devenir diario. En la escena que nos ocupa son los personajes de John Travolta y Samuel L. Jackson los que están metidos en un fregado y cuando apenas ha comenzado a resolverse la situación ya comienzan a autofelicitarse, lo que lleva al señor Wolf a pronunciar aquella frase llena de honda filosofía y saber de generaciones de gente práctica, “dejemos de comernos la polla los unos a los otros y pongámonos a trabajar”. Cuantas veces a lo largo del tiempo me ha venido a la memoria esa escena. Hoy ha sido uno de esos días. He escuchado, a ratos solamente, necesitaba respirar de tanto en tanto, un programa radiofónico dedicado a cantar con todo tipo de loas y panegíricos la cobertura que hasta ahora llevan hecha de la crisis del coronavirus. E