La nueva doctrina norteamericana

Esta hirviendo la olla de la Defensa Europea; y es que, desde la Invasión de Ucrania, así con mayúsculas, todo parece haber cambiado para nosotros, los europeos. Es como si Putin nos hubiese recordado que “el Mundo feliz” de Huxley no era más que una ficción, y el nuestro también. Y no hemos reaccionado mal del todo, no; quizás por la cercanía pero, por primera vez, Europa parece haberse despertado de la dulce somnolencia que producen las digestiones pesadas; como si alguien le hubiese dado una colleja en medio de la siesta. Ye lo que hay. Las sanciones a Rusia y el apoyo, con mayor o menor energía según los casos individuales, de Europa y la mayor parte de sus componentes, supone un rayo de esperanza en un futuro que, por definición incierto, parece presentarse con más nubarrones de los que nos gustaría. Y es que nos vamos quedando atrás en casi todo, salvo en los avances sociales, que si no cuidamos el resto, desaparecerán, y de forma abrupta posiblemente. La movida de la...