El Gamonéu, una alegoría de Asturias
Es el queso una de las grandes riquezas culturales y
gastronómicas de Asturias. Ni en la orgullosa fromagerie francesa es posible
encontrar una tal abundancia de quesos concentrada en una región tan minúscula
como Asturias; tampoco en Italia. El Principado lo es también en este aspecto,
un paraíso natural.
A mí me gustan casi todos, y aunque el Cabrales se lleva el
primado en cuanto a conocimiento exterior, es obligado citar al Casín por su
potencia y antigüedad, sin olvidar a una joya como el Afuegalpitu en sus
distintas versiones. Podríamos llenar esta tribuna relacionando los diferentes
quesos asturianos pero, en mi opinión, hay uno que sobresale entre todos por
sus cualidades organolépticas; es el queso Gamonéu, en sus dos versiones, el
del valle y el de los puertos. Una autentica exquisitez este último que, con un
blanco de Cangas, podría haber inspirado a Gian Lorenzo Bernini para su Extasis
de Santa Teresa.
Es el Gamonéu de los puertos una rareza mundial, tan espectacular
como lo es la zona donde se produce, la Montaña de Covadonga. Aquellas altas
majadas que vieron correr a los moros tras su derrota a manos de Pelayo. Los
mismos pastizales por donde caminara el marqués de Villaviciosa a la caza del
rebeco antes de lanzarse a la conquista del Naranjo de Bulnes, el Urriellu. Los
peñascales y angosturas que esconden las cuevas donde madura el queso y que hoy
forman parte de un Parque Nacional que van camino de acabar con el Gamonéu de
los puertos y cuya creación, primera en España, fomentó don Pedro Pidal sin
saber que llegaría un tiempo en el que su intuición supondría la muerte de la
forma de vida de aquellos que, posiblemente, eligieron Princeps a Pelayo en un
conceyu abierto.
Es en esta forma de órgano de decisión política, maravillosa
herencia de tiempos pasados en la que todos tienen voz y voto, en la que
aconceyaron la pasada semana en Cangas de Onís los pastores y productores de
Gamonéu del puerto; un manjar que requiere de al menos dos leches sin
pasteurizar de las tres que se producen en extensivo en los altos pastos,
ovino, caprino y bovino, y que después madurará en alguna de las cuevas bodega
del entorno.
De su reunión salió la constatación de que la presión
administrativa del Parque, que pone todo tipo de trabas al normal desarrollo de
la actividad; la imposibilidad de construir o rehabilitar cabañas para uso de
pastores y productores; la prácticamente impune actividad del lobo, que irá en
aumento con la nueva normativa en relación con su protección; y, finalmente, la
extinción demográfica de la zona y de la propia Asturias, narcotizada tras más
de cuarenta años de gobierno sin alternancia, apuntan, como si de un pelotón de
fusilamiento se tratase, a la segura desparición del Gamonéu del Puerto. Ye lo
que hay.
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