El modelo electoral alemán

EL MODELO ELECTORAL ALEMÁN

Pensaba yo que con lo del “pruses” catalán y lo de la corrupción el ambiente político estaba bastante entretenido pero se ve que la legislatura, aunque no lo parezca, tiene ya un final, y los partidos políticos están empezando a poner en marcha sus estrategias de batalla. Aquí en Asturias me da que nos van tener ocupados con lo de la cooficialidad, ese va a ser el Santo Grial de las elecciones siguientes en Asturias.

A nivel nacional el “pruses” les obligó, a unos y a otros, a mostrar sus cartas y las últimas encuestas, dicen los que saben de ello, son en parte el reflejo de lo que pasó y pasa en Cataluña. Ahora dos de los partidos más nuevos nos sorprenden con un acuerdo de conversaciones para cambiar la ley electoral; uno de ellos va aún más lejos y ya habla de unos cambios; paridad en las listas, voto a los 16, debates obligatorios en la televisión y dejar la proporcionalidad del sistema d’Hont por el sistema Saint Lague que, al parecer, es más proporcional.

Estos cambios parece que van en el sentido de aumentar los niveles democráticos. Cuanto más proporcional sea el resultado más exacta va a ser la fotografía de las opiniones del país; contra la paridad de género nadie se va manifestar –además está muy mal visto-, lo de los 16 años es más discutible aunque la gente joven es seguro que lo va aplaudir, que los candidatos tengan que retratarse delante de las televisiones no es malo y las más contentas son las propias televisiones que sin duda van a trabajar por ello.

El caso es que a mí todo eso me deja frio porque al final mi voto vale lo mismo, es decir, no vale nada. No vale nada porque una reforma como esa sigue sin tocar las listas cerradas y a mí no me queda otra que votar a los que digan los jefes de los partidos sin que yo pueda impedir o quitar uno de la lista o aún más, añadir uno de otra lista. El sistema de listas cerradas nos deja a los votantes como estamos ahora y la proporcionalidad va seguir dándoles a los partidos nacionalistas una sobrerrepresentación en relación con los partidos nacionales más pequeños.

En los sistemas democráticos las minorías tienen que ser protegidas. También en el caso de las minorías de carácter exclusivamente político como pasa con los partidos nacionalistas/independentistas. En España la combinación del sistema proporcional y el distrito electoral provincial hace que en Cataluña y País Vasco los nacionalistas consigan un montón de 

escaños. Esto no va a cambiar con el sistema Saint Lague.

El sistema alemán es una buena solución para estos problemas, el de las listas y el de la sobrerrepresentación. Es un sistema mixto, la mayor parte de los escaños se consigue por el sistema de distrito uninominal, es decir, en Gijón se compite por un escaño, o dos, o los que toque, pero cada uno de ellos es uninominal y cada partido presenta un candidato, el que más votos saque gana el escaño. Así es como funciona el asunto, por ejemplo, en el Reino Unido. Otra parte de los escaños va en un distrito nacional en el que los partidos pueden colocar sus listas y así dar solución y puesto a los hombres y mujeres de las estructuras de cada partido.

Este sistema nos daría una buena solución pues mejora la representatividad, cada uno de nosotros tendríamos nuestro diputado, el de nuestro distrito, elegido por la mayoría, y los partidos tendrían el cupo proporcional de lo que les correspondería del distrito nacional. La posibilidad, a veces necesidad, de que los partidos nacionales tengan que apoyarse en los partidos nacionalistas se ve así reducida.

En cualquier caso, lo más probable es que en los próximos meses vamos a discutir bastante sobre la ley electoral y, aquí en Asturias, también sobre la cooficialidad, sin que este muy claro que vayamos a llegar a ninguna parte y, mientras, la desaparición de la industria, minería, astilleros, etc. el 

envejecimiento de la población, el despoblamiento del medio rural, las pensiones –o el cómo pagarlas-, la emigración de la gente joven, en especial los universitarios, y otros cuantos asuntos que afectan al hoy y al mañana, de eso no se hablará, no sea que haga falta dar explicaciones.

Raúl Suevos

14 de febrero de 2018