Los reyes y el Che Guevara



He leído que a los reyes les habían obligado a retratarse con el Che en La Habana; supongo que quien lo escribe desconoce que el homenaje oficial a José Martí en su memorial habanero está diseñado de tal forma que es imposible sustraerse a esa fotografía con Frank País, Camilo Cienfuegos y el Carnicero de la cabaña. Un memorial y una plaza que construyó el régimen de Fulgencio Batista –quien por cierto contó con el apoyo del Partido comunista cubano para su primer gobierno- y que después sería adornada por Fidel Castro con esos rostros revolucionarios.
La visita se ha justificado por parte del gobierno como reparación de una anomalía institucional –nunca antes el jefe del estado español había visitado la isla de forma oficial- y se ha aprovechado los 500 años de la fundación de La Habana para hacerlo aunque Baracoa, en el oriente cubano, ya celebró los suyos como primera ciudad del Nuevo Mundo y esa también era una buena oportunidad. Todo sirve para justificar lo injustificable.
Para mi es injustificable porque viene a respaldar con su presencia a un régimen dictatorial –no merece otro calificativo- que mantiene a su ciudadanía un estado desemiesclavitud desde hace 60 años con la excusa de un bloqueo estadounidense, bloqueo de esencia criminal y que España jamás ha respaldado, con el que enmascara una ineficiencia económica estructural idéntica a la de todos los regímenes comunistas que han existido, reforzada con la vesania de un líder onnimodo.
Ayer los reyes visitaron La Habana Vieja; se llega a ella normalmente desde el Parque central, desde hace 200 años corazón urbano de la ciudad, bajando entre el Museo de bellas artes –antes Centro asturiano de  La Habana, rquisado por Fidel- y la Manzana de Gómez, ahora hotel Kempisky, una propiedad que pertenecía a la condesa de Revilla Camargo y que como el resto de lo que tenía le fue expropiado, sin compensación claro, por la Revolución.
Allí la mirada va hacia el Floridita, panal para enjambres de turistas, y se deja de lado la estatua del general Albear, un militar español nacido en Cuba, que fue responsable de renovar la red de aguas de La Habana, agua de boca y aguas fecales. Esta red es la misma que sigue funcionando en La Habana Vieja, supongo que por eso lo mantienen allí arriba, impertérrito en su pedestal.
A SSMM los han paseado por las bonitas calles que en los últimos 30 años ha ido recuperando Eusebio Leal Spengler, Historiador de La Habana –algo así como ministro de recuperación urbanística de la ciudad antigua-, con la ayuda exterior, mucha de España, en un proyecto que aúna 
esa recuperación física y los habitantes del barrio, evitando que aquello se convierta en un parque temático, vacio y muerto cuando se van los turistas.
La recuperación va por calles; elegidas cuidadosamente. Es por donde han llevado a los reyes, a buena distancia de los “salideros” –emanaciones de aguas fecales, que golpean la vista y el olfato- y de los edificios derrumbados –con cada periodo de lluvia se desmoronan varios de ellos, generalmente con varias víctimas- y los que aún resisten en estado ruinoso. Esa parte no se enseña y los turistas no suelen visitarla.
Ahora a Leal, un gigantesco orador de los que ya no existen en el mundo hispano, le han quitado el mando y Raúl Castro se lo ha dado a GAESA, el conglomerado de empresas de las FAS liderado por su yerno, el general López-Calleja, que también suena para primer ministro, y que muy probablemente retomará la obra de Leal para convertirla en ese parque temático mucho más rentable en lo económico.
De La Habana la pareja real viaja a Santiago de Cuba para rendir tributo al Almirante Cervera, ese facha al que la alcaldesa de Barcelona le ha quitado su calle para dársela a un gran actor cuya notoriedad última consistió en cagarse en la puta España. Espero que también tengan tiempo para 
rendírselo al ibicenco general Vara de Rey, caído en El Caney ante los yanquis en una resistencia comparable a la de Leónidas en las Termopilas, y al que algunos en su tierra natal quieren bajar del pedestal erigido por suscripción popular en el centro de su ciudad, dicen que por haber sido derrotado. Ay España, como me dueles.
Supongo que a estas alturas SM el rey ya sabrá que el doctor Sánchez, esta vez sí, ya ha alcanzado un acuerdo para un gobierno progresiiiiiiiista. Que sea para bien, viaje y gobierno.
Raúl Suevos
A 13 de noviembre de 2019
Versión en asturiano en abellugunelcamin.blogspot.com

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