!Démerdez-vous¡
Hace ya bastantes años, durante mi primer destino en un
Cuartel general multinacional, tenía como jefe a un joven, para los parámetros
españoles, coronel de los cazadores alpinos franceses. Era el coronel Cazenave
un tipo resolutivo, con una idea muy clara de las responsabilidades de cada
uno, él incluido, y así, cuando algún subordinado acudía a él buscando consuelo
o guía ante algún problema del servicio, si entendía que era responsabilidad
del suplicante, su invariable respuesta era “!démerdez-vous¡”.
A mí, con un nivel de francés apenas suficiente para haber
logrado aquel puesto, me parecía que la expresión, de fácil comprensión, era
una total ordinariez pero, aún así, mi curiosidad me llevó a investigar en el diccionario
Robert, de mucho prestigio en Francia, en donde para mi sorpresa descubrí que
sí existía y que su significado, bastante lógico, era el tradicional
“arréglatelas”.
Estos días, en Francia, y 24 horas más tarde en toda Europa,
se ha puesto de moda el pariente “emmerder” que, en este caso, viene a ser lo
contrario, es decir, “importunar”; y ello es debido a la intervención del
presidente Macron en relación con los negacionistas de la vacuna Covid, a los
que quiere importunar, o mejor en su francés, “emmerder”. Y se ha liado un
pifostio, palabra que sí recoge la RAE
como sinónimo de confusión o desorden. Es lo que tiene ser presidente de
Francia, o ministro de consumo en España.
A mí, qué quieren que les diga, me ha parecido bien la
intervención del presidente francés porque, por más que los negacionistas
apelen a su derecho individual, y a que, según ellos, no hacen daño a nadie, es
un hecho que son precisamente ellos quienes más ocupan -si no en términos
absolutos sí en proporción- en UCI,s y camas
hospitalarias, generando con ello un cuello de botella que obliga a retrasar o
detener consultas, tratamientos o, en algunos casos, operaciones quirúrgicas.
Es una forma de ayudarles a decidir.
Así, como una ayuda a la toma de decisiones es como hay que
tomarlo, algo que, por otra parte, siempre ha estado ahí; en prácticamente
todos los aspectos de la vida te ayudan a decidir. A mí, en la Academia,+ me
ayudaban con los arrestos, hasta que llegó un general, buenísima persona,
cargado de nuevas ideas que abolió los arrestos. Aquello duró unos meses, y más
que un pifostio era un putiferio, en la acepción de desmadre de la RAE, así que
alguien encontró la solución en los incentivos negativos, es decir, los viejos
arrestos con otro nombre. Y las cosas volvieron a su cauce normal.
Quizás el presidente Macron debió asesorarse para incentivar
a sus negacionistas en lugar de “les emmerder”.
Raúl Suevos
A 6 de enero de 2022
Comments
Post a Comment