La campaña ucraniana en Asturias
La guerra de Ucrania, a fuer de uso, está convirtiendo en
expertos en el arte de la guerra a mucho personal, especialmente en las nóminas
de las tertulias radiofónicas y televisivas, donde ya apenas se ven los
expertos militares, estos sí, que al principio de la invasión nos explicaban el
desarrollo de las operaciones.
En mi caso, quizás por deformación profesional, me lleva a
ver situaciones bélicas allí donde, seguramente, no hay más que normales
expresiones de los distintos y fecundos cuerpos sociales. Y así me encontré el
sábado en medio de un congreso anual de un partido asturiano, y asturianista,
al que fui invitado por uno de sus dirigentes, al que agradezco el detalle, y que
me sumergió en el conflicto ucraniano. Se trataba de Foro Asturias.
La vida política, en general, es una guerra continua, sin
final ni sosiego, aunque afortunadamente incruenta. Los partidos políticos
viven en una permanente lucha por ganar territorio, o lo que es lo mismo,
votantes. Y para alcanzar sus objetivos planean campañas, que suelen coincidir
con específicas fechas relacionadas con el calendario electoral, y así tenemos las
campañas de las generales, las de las autonómicas, o las municipales, que en
algunas regiones, como el caso asturiano, coinciden con las anteriores.
Dentro de la planificación de esas campañas suele producirse
alguna batalla, o más de una, habitualmente; aunque en muchas ocasiones estas
batallas son contra uno mismo, es decir, no es el adversario quien las conduce
sino los propios errores o contubernios. Como en el caso de Foro Asturias.
Ayer en el congreso, celebrado en ese canto desaforado al “grandonismo”
asturiano que representa la obra de Calatrava y que los “carballones” conocen
como “el centollu”, no pude evitar entrar en la dinámica ucraniana al ver el
cromatismo con que se presentó la señora presidenta, seguramente inspirado en el
nuevo logo de su formación y en la bandera de Asturias pero que suponía un
canto a la bandera de Ucrania, tan metida en nuestra memoria ocular desde el
pasado día 24 de febrero. Y encontré muchas similitudes.
Foro Asturias viene de superar una terrible batalla en los
últimos tiempos, la de enterrar a su propio creador, y no quiero pensar en los
replicantes de Blade Runner, nacidos con fecha de caducidad. Una batalla que a
tenor del sentido parlamento de la señora Morillón, con pasajes al punto del
sollozo, debió de ser terrible. Siempre lo es acabar con el progenitor. Pero
hay futuro tras el duelo.
Foro lleva ventaja en cuanto que esta batalla les sirve para,
como Ucrania tras la invasión rusa y los duros meses de resistencia a ultranza,
salir reforzados y listos para empeñarse en nuevas campañas con vigor renovado,
como los ucranianos están mostrando en la ofensiva que llevan a cabo estos días
y que les llevan a recuperar parte del terreno perdido. El territorio que dicen
querer recuperar, en este caso, es el del asturianismo, y, aunque no lo tiene fácil,
el campo contrario no parece estar en sus mejores momentos.
Los dos grandes partidos están enfrascados en sus propias faidas, uno descabezado desde Madrid y el otro en pleno uso de la daga
florentina en su principal reducto gijonés, algo que daría ventaja táctica al
recuperado Foro si no fuese por la falta de artillería pesada, los Cesar y los
HIMARS suministrados a los ucranianos y que en esta incruenta campaña política
asturiana toma la forma de presencia en los medios de comunicación, siempre
escasa para los asturianistas.
Respecto al programa de la formación anotar, entre otros
elementos, el tele-coloquio tenido con diversos jóvenes investigadores en la diáspora,
con especial mención a Xurde Menéndez, discípulo de López Otín actualmente
trabajando en Dallas y con quien compartí curso e inquietudes en los cursos de
la UABRA en Cangas de Narcea. Todos ellos dan fe del éxito de la formación
universitaria asturiana y, al tiempo, del fracaso de la región para darles
continuidad sin tener que abandonarla.
Los foristas mostraban el sábado una enorme voluntad de
vencer, algo que, junto a la sorpresa y la acción de conjunto, conformaban los
viejos principios del arte de la guerra; todos ellos escasos en el antes temido
Ejército ruso. ¡Slava Ukraini!
Raúl Suevos
A 2 de octubre de 2022
Traducción en asturiano en abellugunelcamin.blogspot.com
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