La 652 Comandancia de Gijón
A primera vista alguno puede pensar que
me refiero a una carretera; alguna habrá con esa numeración, pero no, el número
se refiere a una comandancia de la Guardia Civil, de la entonces 6ª zona con
cabecera en León, del 5º tercio, el de Asturias; su segunda comandancia, la de
Gijón. Y es que yo nací, hace ya mucho tiempo, en el cuartel de la guardia
civil de Salinas, concejo de Castrillón, nada de Mediterráneo. Un cuartel
desaparecido tiempo ha y sustituido por el actual junto a la maravillosa playa,
paraíso de surfistas y veraneantes.
Soy hijo del Cuerpo, una expresión que
aún perdura y que te impregna de amor a ese conjunto de hombres y mujeres que
entregan su vida, y en parte la de su familia, en el servicio a los demás, en
la mayoría de las ocasiones sin recibir un especial agradecimiento, y, por
supuesto, por una magra paga por parte del estado.
Pero la 652 es especial para mí. De
Salinas, a donde mis padres habían llegado desde Campo de Caso, donde naciera
mi hermano, nos fuimos para Gijón, puesto que mi padre pasó destinado al puerto
del Musel, aunque también, ya sargento, el puesto de La Calzada fue hogar
durante un tiempo; volviendo casi un año a Campo de Caso, antes de recalar en
Candás, para después, con el empleo de teniente, mandar la línea de Colunga y
venir a morir, aún joven y en activo, y tras otros destinos por España, a la
línea de la Camocha.
Este último destino tenía el pabellón en
la Comandancia, en Contrueces. Una moderna instalación, entonces, que sustituía
al vetusto edificio de los Campos, y en cuya inauguración, llevada a cabo por
el teniente general Iniesta Cano, mi padre mandó la fuerza de honores. Allí, en
el cuerpo de guardia, le hicieron la capilla ardiente.
Vaya todo esto para subrayar, pese al
alejamiento de muchos años, mi cariño hacia la 652, en el momento de su
disolución, 31 de marzo, en beneficio de una única comandancia para toda
Asturias. Algo a lo que, desde un punto de vista operativo, nada tengo que
decir dado mi desconocimiento. Pero en Gijón y el oriente asturiano, hay un
cierto temor de que esto se traduzca en menor cobertura en los servicios de
seguridad. ¿Son los incendios una muestra?
Parece lógico pensar que la unificación
provincial de los diferentes servicios, COS, información, tráfico, judicial,
etc. supondrá un claro ahorro de personal, y bueno será si ello se traduce en
más puestos en el despliegue territorial de la compartimentada y quebrada
tierra asturiana. Si esto es así, bienvenida sea la desaparición, si los
puestos ahorrados acaban en Madrid, seguiremos hablando del abandono de lo
rural. Veremos.
Raúl Suevos
A 1 de abril de 2023
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