Pelotazo 2.0

 

El mundo avanza que es una barbaridad. Tanto que aquellas zarzuelas, como la de La Paloma, donde se acuñó la frase de marras referida a las ciencias, están más obsoletas que la mayoría de doctrinas políticas que movieron el mundo del siglo XX y principios del actual. Todo se mueve, avanza, se modifica, o en el peor de los casos, se adapta con nuevos ropajes o apariencias. Es el signo de la historia, su evolución.

En el ámbito político, una muestra impactante es el hecho de que, en el interior del partido que sustenta al gobierno, existan movimientos para expulsar a Felipe González, padre de su versión moderna, por su actitud de condena ante la corrupción actual de su vieja formación. Cosas veredes, amigo Sancho. Cervantes dixit, creo.

Y es que Felipe, aparte de por el desgaste natural, cayó por los distintos casos de corrupción en su entorno, que produjeron una erosión que las urnas no soportaron. Y el pelotazo, su cultura, personalizado en su ministro Carlos Solchaga, tuvo la mayor parte de la responsabilidad.

Aquella España, tan cambiada que “no la reconocía ni dios”, era, según el ministro, el país donde más rico se podía hacer uno en menos tiempo, es decir, con un buen pelotazo, y así nos fue a la mayoría, y así le fue a unos pocos. Ahora, cuarenta años después, parece que vienen tiempos de pelotazos, de nuevo, en versión 2.0.

Esta vez es la Defensa, con mayúsculas, que presionada por el ogro anaranjado de Washington, por el oeste, y por el estalinista Vladimir por el este, viene lanzada para que, a nivel individual los países, y colectivo la Unión Europea, se promuevan programas de armamento multimillonarios, que pese a su necesidad estratégica, corren el riesgo de acabar en fracasos industriales a costes descomunales. Las prisas nunca son buenas para la Defensa.

En España los marinos se han descolgado con un proyecto de portaviones, sin hablar, por ahora, del grupo naval que debe protegerlo ¿Es esto Jauja? ¿Para qué? En fin… pero a nivel regional ahí seguimos con ese trasto de nombre Dragón, que encanta al presidente asturiano por los puestos de trabajo que conlleva, pero que, en el campo de batalla de los modernos drones no es más que un ataúd de ocho ruedas para infantes. Y en lo local, la compra del Tallerón, nos avisa de cómo de rápido va el asunto este, el del pelotazo.

Los hermanos Escribano, un taller de calderería hace treinta años, ya controlan un gran paquete de Indra, que ya presiden. Ahora se trata de fusionar las dos empresas, cuestión de meses, para después, quién sabe, asaltar Telefónica, donde campea el hombre puesto por Sánchez, después de pasar por Indra. Suena todo a pelotazo.

Raúl Suevos

A 13 de julio de 2025

Traducción en asturiano en abellugunelcamin.blogspot.com


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