Un embarazo, un asesinato, y un beso

 

Con estas tres premisas un buen novelista podría enhebrar una historia a la altura de aquellas de la señora Christie y su inolvidable detective, el señor Poirot, pero, en este caso, la trama no va de misterios sangrientos por resolver, aunque de todo hay, sino del nexo de unión de estas, aparentemente, inconexas acciones.

La última de ellas, el beso, es la que atenaza, tras el aplaudido mundial ganado por las chicas del futbol, a la opinión pública española. Y es que el gañán que preside la Federación española, institución cuyos gerifaltes se han distinguido siempre por una altísima y acrisolada moralidad –ironía asturiana- y que ya en el pasado reciente se ha visto chapoteando en charcos mediáticos por el buscados, no tuvo otra ocurrencia que, en medio de la exaltación del momento, plantarle a una de las muchachas un pico en el morro, que no un morreo, un pico.

Con la que está cayendo, el tal presidente, podía habérselo pensando un par de segundos, no más, con eso hubiese bastado para contenerse. Pero el caso es que, tras el emotivo pico, se lio la Dios es Cristo, castiza expresión que viene a decir que todo el mundo se ha lanzado a pedir la cabeza, no del Bautista, pero si del Rubiales, que así se llama el protagonista. Con particular belicosidad y prontitud por parte de las políticas del ramo de la igualdad, es decir la Yoli y la Irene, y su presidente. Tan grande es el follón que a Feijoo, tras su encuentro con SM apenas le han prestado atención. Ye lo que hay.

A mi todo el asunto, como que me la sopla, sobre todo porque la interesada, la del pico, le ha quitado importancia al asunto. Pero no deja de llamarme la atención el funcionamiento, manipulación, de la llamada opinión pública que, con este pico mundialista, ha enviado a páginas interiores, al menos por un tiempo, al descuartizamiento llevado a cabo por el nieto de Curro Jiménez, e hijo de otro actor, aunque de menos postín que el citado. Un asesinato que tuvo, en su momento, la capacidad de enviar al olvido al embarazo de una novia ocasional de Bertín Osborne, quien ahora, tras semanas de acoso mediático, vive de nuevo feliz en su soltería de oro.

A mí, de Rubiales, lo que me toca los pies es su ademán testicular en el palco presidencial al lado de la Reina de España, pero lo importante es distraernos, que ya llegará el otoño, y para entonces es probable que no tengamos suficientes camelos para hacernos olvidar la real situación de la nación, y los aprietos que, cada uno de nosotros, probablemente, tengamos que pasar.

Raúl Suevos

A 22 de agosto de 2023

Traducción en asturiano en abellugunelcamin.blogspot.com

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