Fueneral de Mazón y mitín de Sánchez
Era inevitable ayer no prestar atención al acto que tenía lugar
en Valencia. En un marco incomparable como es la Ciudad de las artes, y un año
justo después de la trágica Dana que se llevó la vida de 237 personas. Cómo no
estar atento.
El caso es que, con un poco de imaginación –no hacía falta
mucha- uno podía prever lo que ayer sucedió con bastante exactitud,
especialmente en lo tocante al reptante presidente de la Generalidad
valenciana, quien en los últimos meses más que avanzar o caminar, pareciera que
se arrastra por el camino de su agotada carrera política. Victima ayer, entre
las familias de los muertos, de carácter político y casi ofrenda que el
presidente Sánchez mostraba al mundo gracias a la televisión.
Lo de ayer, en cuanto a Mazón, fue un desquite orquestado al milímetro
por el gabinete de Moncloa, que no sé cuántos réditos llegará a darle, pues en
poco tiempo las imágenes quedarán para ilustrar los aniversarios cada uno de
los vinientes años. No dan más de sí, pero en cambio encuentro una carga de más
alcance en las palabras del Rey cuando apeló a estudiar lo sucedido y sacar las
necesarias conclusiones para evitar que el desastre vuelva a producirse.
Quizás la Casa del Rey ya no tenga el nivel de los tiempos de
don Sabino Fernández Campo porque esas palabras parecen dar a entender que SM
no está al tanto del trabajo del general Gan, con dos documentos, uno que da
cuenta de los daños causados y el proceso y cuantificación de su recuperación,
y un segundo en el que propone medidas para evitar que vuelva a suceder, o al
menos paliar sus consecuencias.
Al general Gan quizás le suceda como al general Cassola,
llamado el reformador, cuyo propuesta de modernización del Ejército fue
rechazada en Cortes pero que, después, fue recuperada punto por punto por
gobiernos posteriores, y ello siempre será mejor que lo sucedido al general
Picasso, cuyo informe fue “secuestrado” por Primo de Rivera y no llegó a ver la
luz. El del general Gan ahí está, para uso, si ellos quieren, de los
valencianos.
La rabia de ayer de algunos familiares contra Mazón, no sé
hasta qué punto azuzada por el entorno de Compromís que controla el mundo
asociativo de la zona, tapó, en cierto modo, la solemnidad del acto, que se
dedicaba a las víctimas, en definitiva, de un acto provocado por la naturaleza,
y a mí, que ya tengo unos años, me venía el recuerdo de aquellas víctimas de
ETA, protagonistas silenciosos muchas veces de funerales semiclandestinos y que
aún hoy, muchos de ellos, esperando justicia. Ye lo que hay.
Raúl Suevos
A 30 de octubre de 2025

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