Pruebas de virus y bolitas rojas


De nuevo nuestro presidente de gobierno nos ha obsequiado hoy con un homenaje a la verborrea de Fidel Castro, o más bien, por lo vacuo, de Hugo Chávez. De nuevo un tedioso parloteo para decirnos que se endurecen las medidas de confinamiento, algo que, visto las crecientes y luctuosas cifras cabía esperar ya estos últimos días. En fin, quizás espere algún efecto psicodélico de sus palabras aunque a mí me parece que, pese a la importancia del momento, el resultado se acerca más a la narcolepsia. Es lo que toca.
Las nuevas medidas buscan disminuir aún más el movimiento ciudadano, acercarlo a lo que se produce los fines de semana y que a estas alturas, quiero pensar, ya les habrá dado datos suficientes como para deducir que disminuye la propagación del virus. Lo que visto así, y pese a las indudables repercusiones económicas que estas medidas tendrán, no es susceptible de ser criticado. Todo sea por la lucha contra el coronavirus.
¿Y por qué ahora y no antes? ¿Quizás tiene algo que ver la tremenda chapuza de la compra de los kits rápidos de esta últimos días? Una compra, por cierto, llamativa si tenemos en cuenta que la española Genomica afirma estar en disposición de suministrarlos desde hace días https://www.elmundo.es/cronica/2020/03/15/5e6be55bfdddff84b08b4586.html . Quizás algún día alguien nos lo explique. Pero volvamos a la relación entre las nuevas medidas y los kits.
Desde hace días corre en la red a partir de un artículo de Harry Stevens en el Washington Post con una explicación de cómo se propaga el virus en relación con lo que ellos llaman social distancing y que se apoya en una animación digital en la que observamos unas bolitas azules entre las que se infiltra una bolita roja que convierte en roja a cada azul que toca. La animación ofrece varias opciones en las que vemos un encierro de una parte, un bloqueo de todas las azules y, por ultimo todas en movimiento. Ni que decir tiene que en esta última se produce la más rápida transformación de las azules. https://www.washingtonpost.com/graphics/2020/world/corona-simulator/
Los países que parece que mejor han controlado la propagación de la epidemia lo han logrado a partir de la realización de pruebas con carácter masivo. Eso permite detectar elementos infectados, aunque lo sean con carácter benigno, y confinarlos en su casa o en lugares al efecto, también a sus familiares y allegados. Eso son bolitas rojas que se detienen y que, por lo tanto, no infectan a las azules. Pero para ello se necesita contar con kits de prueba en cantidades suficientes como para sustentar tal política.
En nuestro caso estas ulteriores medidas de confinamiento dan mucho que pensar pues a nadie se le escapa que van a suponer un enorme coste económico, hoy mismo se decía que la industria automovilística se preparaba para la vuelta al trabajo, tendrán que esperar, y como ellas otras muchas. Y a mí me parece que, pese a la larga perorata del doctor Sánchez, más de uno se percatará de que el coste de los kits sería claramente menor a lo que esto va a suponer.   
Raúl Suevos
A 28 de marzo de 2020
Versión en asturiano en abellugunelcamin.blogspot.com

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